Este
año he tenido que leer obras que se escribieron hace miles de años, en la
Antigüedad Clásica, que comprende desde el siglo VIII aC hasta el siglo V dC en
Grecia y Roma, y me he preguntado por qué seguimos leyendo obras tan antiguas.
Luego de una larga reflexión concluí que: ‘’las
directrices del pensamiento clásico se encuentran presentes en toda la
literatura antigua de Grecia y Roma como guías hacia los más altos valores de
la época’’. Para argumentar mi postura utilizaré cuatro relevantes obras de
la literatura clásica: La Ilíada y la Odisea de Homero, la Eneida de Virgilio y
la Olla de Plauto. Las tres directrices son Actitud Racionalista, Valoración de
lo Humano y Voluntad Idealizadora, sin embargo solo haré alusión a estas dos
últimas.
Comenzaré
analizando la Voluntad Idealizadora que es las directriz predominante en las
obras de la Ilíada, la Odisea y la Eneida, entre cuyos motivos está la
supremacía divina por sobre la humana, lo que se ve reflejado en el principio
de estas epopeyas donde se invoca a las musas.
En
la Ilíada, Aquiles tiene una ascendencia que remonta a los dioses y representa
a un héroe y a un guerrero ideal. En ese entonces la guerra tenía mucha
importancia y era bella, de hecho la palabra “bélico’’ viene de “bellum’’ que
significa ‘’bello’’. Aquiles también era la imagen de un hombre apolíneo,
vigoroso, dominante y seguro. Por ejemplo, cuando Apolo estaba tirando flechas
a los aqueos, Aquiles fue quien convocó a la gente para resolver el problema:
‘’Durante nueve días volaron por el
ejército las flechas del dios. En el décimo, Aquiles convocó al pueblo al
ágora: se lo puso en el corazón Hera (…). Acudieron estos y, una vez reunidos,
Aquiles el de los pies ligeros, se levanto y dijo: - ¡Atrida! Creo que
tendremos que volver atrás, yendo otra vez errantes, si escapamos de la muerte,
pues, si no, la guerra y la peste unidas acabarán con los aqueos. Mas, ea,
consultemos a un adivino (…) -¡Oh Aquiles, caro a Zeus! (…) temo irritar a un
varón que goza de gran poder entre los argivos todos y es obedecido por los
aqueos. ’’ (La Ilíada, Canto I, Homero)
En
la Odisea, Odiseo se muestra como un modelo en la sociedad, es un hombre
inteligente, de buen habla, valiente, honorable y honesto. Por ejemplo, cuando
Alcínoo quería que él le contara sus historias, le dijo lo siguiente: ‘’Oh, Odiseo, al verte no sospechamos que
seas un impostor ni un embustero, como muchos otros que cría la obscura tierra,
los cuales dispersos por doquier, forjan mentiras que nadie logra descubrir. Tú
das belleza a las palabras, tienes excelente ingenio e hiciste la narración con
tanta habilidad como un aedo.’’ Al igual que Odiseo, su esposa Penélope,
también se muestra como un modelo a seguir, pues cuando su esposo se fue por
largo tiempo, ella seguía siéndole fiel, a pesar de tener muchos pretendientes
y de que Odiseo podía estar muerto.
En
la Eneida, Eneas reúne las características principales de los personajes de
Aquiles y Odiseo, porque él era un héroe valiente, fuerte e inteligente. En la
siguiente cita se muestra un valor muy importante de la época, el morir con
honores, valentía y gloria: “¡Dichosos
mil veces los que tuvieron la fortuna de morir a la vista de sus padres bajo
los muros de Troya! ¡Oh, hijo de Tideo, el más valiente de los dánaos! ¡Que yo
no haya podido sucumbir en las llanuras de Ilión y expirar bajo los golpes de
tu diestra, allí donde yace el bravo Héctor, muerto por el hierro del Eácida,
donde yace el gigantesco Sarpedón, donde el Simois arrastra en su corriente
tantos escudos, tantos yelmos, tantos cadáveres de hombres fuertes!’’ (La
Eneida, Virgilio)
Continuaré
con la Valoración del Humano, que es la directriz que predomina en la Olla, ya
que el humano es el tema central; los dioses no determinan el destino de los
humanos, por lo que no se muestra la supremacía de la voluntad divina por sobre
la humana. Al principio de la obra el personaje principal, Euclión se muestra
como un antihéroe, como es la mayoría de las personas en la realidad, es decir,
se valora la realidad del ser humano, pero al mismo tiempo, se apunta a los más
altos valores de la época, dado que al final de la obra, Euclión se da cuenta
de sus errores y se vuelve generoso: ‘’Stróbilo:
Espectadores: Euclión ha cambiado de condición. Repentinamente se ha hecho
generoso: sedlo también vosotros con los actores.’’ (La Olla, escena IV, Plauto)
En
síntesis, las directrices del pensamiento clásico se encuentran presentes en
toda la literatura antigua de Grecia y Roma como guías hacia los más altos
valores de la época. Las directrices de Voluntad Idealizadora y Valoración de
lo Humano apuntan y exaltan los valores de generosidad, valentía, inteligencia,
etc. Estos siempre tendrían que estar vigentes en nuestras actuales vidas, por
eso que seguimos leyendo las obras de la Antigüedad Clásica.
Milena Rivillo, IºA 2012
EPA 2 Antigüedad Clásica
Literatura