jueves, 13 de noviembre de 2008

La historia de dos hermanos



Estas pocas líneas intentaran contar la triste y magnífica historia de dos hermanos, la que se sitúa en el transcurso del siglo XIX.
Ambos vivieron y compartieron sus infancias en donde les inculcaron los mismos deseos de libertad e igualdad. Nacieron en la misma cuna humilde y generosa del hogar medio, pero al crecer maduraron sus ideales y las bondades que querían lograr. Sus caminos se separaron y siguieron distintas metas.
El primer hermano, que nació años antes, se llamaba Romántico, y el segundo, como contradicciones designadas por el destino, se llamaba Realista. Los dos se instruyeron en el arte de las letras, la Literatura. Se informaron y construyeron hechos que les impulsaba y realizaban a hacer en sus tiempos, crearon Historia. Quisieron profundizar no sólo sus conocimientos, sino que también el por qué del querer, saber y desear de las cosas, apoyados por la filosofía que desarrollaron en sus tiempos junto a otros hombres. No está demás contar que eran grandes fanáticos de pintores totalmente distintos. Romántico respetaba notablemente a Eugene Delacroix, siendo su obra favorita “la Libertad guiando al pueblo”. Y contrastantemente a Realista le gustaba Ernest Messonier, quién retrató “La Barricada”.

Para ser mas claros, Romántico y Realista vivieron la transición de un mismo siglo. Al final se descubrirá que uno perece antes y el otro dejo vestigios que hasta hoy en día podemos encontrarlos (y quién sabe hasta cuando seguirán estos progresando). Uno se convirtió en un revolucionario, deseoso de liberar su yo interior guiado por corazonadas. Y el otro fue el iniciador de la clase de hombre progresista, guiado por el deseo de evolucionar y mejorar el exterior en donde se desarrolla el Ser Humano. Romántico tenía como Bondad una constante y afanosa introspección sobre el por qué de todas las cosas y hechos debido a que no fue feliz en realidad que vivía. Y Realista un siempre recto y seguro caminar hacia el progreso medicinal, socio-económico y tecnológico para un porvenir mejor y feliz para el hombre.

Teniendo como privilegiado al que primero nació, hablaremos primero de la corta vida pública de Romántico, en comparación con Realista. Aún no se tiene certeza este desapareció de la faz de la tierra desde el momento en el que se incomunicó de los pueblerinos o sigue sus andanzas en los hogares de distintas personas. Ya maduro, este primer hermano construyó su propio concepto de libertad. Junto con otros hombres deseosos de expresar y creer en lo que sus corazones dictaban, buscaron la salida de sus fantasías enfrentándose directamente con los primeros que les imponían autoridad y algún “orden”: El Estado. La mayor inspiración de Romántico fue cuando leyó “Los Bandidos” de Friedrich Schiller. Encontró personajes que le producían el sentimiento de tomar las armas e ir al encuentro de sus enemigos Dictadores. El levantarse y luchar, revolución contra los que les roban sus derechos como seres humanos y que en tiempos pasados tanto eran pronunciadas. Actos de pura pasión y valentía humana, provocaban que a Romántico le saltara el corazón de tan solo pensarlo. Querer basar al final la razón de sus actos en sus emociones. Además, en el momento en el que Carlos, el héroe del libro dijo: “-Pudieran por esto admirarme. (…) Recuerdo haber hablado (…). Se han ofrecido mil luises de oro a quien quiera que entregue al gran ladrón. Puedo servir a ese hombre.-” (pág. 162) Justo después de haber matado a su amada a causa de sus ideales y promesas, romántico concilió de que la muerte del ser humano y amada se justifica con el fin de querer salvar la vida de muchos. El sacrificio de la vida es el mayor acto de honor que Romántico cree que se puede realizar.

Y esta creencia la sujetó con las siguientes anotaciones: -¡En estos tiempos de incertidumbre para algunos y de realización del hombre, quiero que digan de nosotros: “que destacaban el valor del sentimiento y de intuición, (…) que descubrió la riqueza y fascinación del mundo medieval con sus grandiosas catedrales góticas, sus virtudes caballerescas (…).” (Ricardo Krebs, Historia Universal, pág. 362-363). Así es como deseo que nos recuerden!- Tomando un respiro y sin más qué observar, qué hacer, Romántico cae en la depresiva resolución de que todo lo que en realidad toca, muere, todo perece al fin y al cabo. El descubrir que al final todas esas revueltas contra el Estado no ayudaron en nada a cumplir sus metas, cayó en cuenta del decepcionante estado en el que estaba su entorno. No le gustaba la realidad que estaba obligado a vivir, por lo que, desconsolado, buscó esta libertad en sus adentros, en su interior. Para lograr una verdadera paz, buscó y buscó algo que en verdad le era inalcanzable. Desesperado, creó una realidad interior en la que pudiera encontrar respuestas, las que le eran ilimitadas (consoladoramente). Esta introspección y centralización de sus ser le llevo a , quizás sin querer, reunirse con filósofos de gran importancia para la Época en la que vivieron. Hegel le decía :” Es el infinito en devenir, la Razón y el Espíritu. En mi, pues Razón (…), Espíritu (…) e Idea (…) son términos sinónimos. Y los tres expresan la totalidad infinita y real.” (El infinito como Devenir, pág. 336). Se entusiasmó con estas ideas, las que luego hicieron surgir en él otras nuevas. Sabía que de este desgarramiento de la realidad, lo mejor era enfocarse en su interior, por ello continuó con estos estudios filosóficos intelectuales.

Esto lo llevo a aislarse de la realidad externa hasta el punto de solamente pensar, pensar en metas tan abstractas como lo eran sus pensamientos. Llegó a tal punto extremo que pensó que la solución más fácil y lógica para acabar con los problemas terrenales, como el hambre, la pobreza, la soledad, entre otros, era el suicidarse. ¿Para qué seguir viviendo en un mundo en donde nada es bello (no es eterno), en donde no se puede ser feliz si no tienes lo que quieres, si somos tan egoístas con nuestros propios hermanos…? ¿Dónde está siquiera su hermano? Llegó a pensar y reflexionar. Ya habían pasado largas temporadas desde la última vez que se habían visto.

Un día quiso un amigo de Romántico hacerle recordar “aquellos buenos tiempos” en los que lucharon por ellos y el pueblo, unidos por un mismo ideal de libertad. Intento inspirarlo nuevamente con la obra de arte “La Libertad guiando al pueblo” de Eugene Delacroix, diciéndole que no todo estaba perdido, que sí lograron algunas metas. Le dijo que quizás no debería sentirse tan identificado por las pasiones que muéstrale cuadro, que no fuera tan extremista. Pero quiso ser sincero y le dijo que igualmente se sentía orgulloso de él porque, al igual que en la obra, podia ver esa lucha por alcanzar lo inalcanzable o, mejor, lo difícil de conseguir, lo que le convierte en un ser titánico, invencible y ejemplo para el porvenir. Pero al terminar con estas palabras, se dio cuenta de que no estaba siendo lo suficientemente objetivo como para convencerlo.

Con el deseo de consolar esta amargura de su amigo, el compañero de Romántico le dijo que no se preocupase, ya que al final de sus días todo acabaría, y así sus problemas. Pero Romántico le respondió, más triste y melancólico, que a pesar de que en esos tipos de revueltas haya conocido incluso a su amor y compañera, en las mismas fue en donde la perdió. ¿Valía entonces la pena seguir luchando y seguir viviendo en un mundi en donde muere lo más lindo de la vida, el amor? Y más aún, siendo la razón de su pérdida el seguir sus ideales.

Estaba decidido. Quiso quitarse la vida, una y otra vez, pero nunca lo lograba. Sentía que aún le faltaba algo por presenciar en su vida.

Toc-Toc

Sonó la puerta de su hogar, la de Romántico. Preguntó quién es. Le respondió que era su hermano. ¿Que? Estaba alucinando. Abrió la puerta. Paf, una, dos, tres y cuatro bofetadas, arrebatos de verdad. Su hermano Realista había llegado. Romántico cayó al suelo. El menor le ayudo a levantarse. Se sentaron juntos. A Realista, Romántico le ofreció algo de tomar, fue a la cocina. Volvió extrañamente pálido, a lo que Realista no le dio mucha atención, pensando que seria a causa de la sorpresa causada. Se sentó el mayor y el menor le dijo: -¿Qué es lo que piensas que haces? Me han dicho que has intentado varias veces suicidarte. ¿Crees que así se solucionaran tus problemas? Que poco compromiso con tu sociedad. Aunque tu desaparezcas los dilemas del pueblo prevalecerán si no existen los creadores de una solución.- Fue una larga charla en donde hablaron un poco sobre sus proyectos y amistades. Después entendieron lo distintas que habían sido sus vidas y esto luego de que se separaron de su madre, bondadosa y llena de sueños de igualdad, fraternidad y libertad para sus hijos. Aquí es cuando Realista le dijo a su hermano Romántico que si no se dio cuenta, ella siempre había deseado que ellos, sus sucesores viviesen esa libertad y que luego la difundieran. Le explicó que con todas esas corrientes pasionales que él experimentó no se puede conseguir lo que tanto anhelaba y logran resultados poco firmes y se sujetaban de un pilar tan frágil y cambiante como lo son las emociones. Cada revolución en la que participó fueron un paso hacia atrás en la moral del hombre, que sinceramente no le ayudaría a cambiar las cosas como estaban, y ese deseo de cambiar estas cosas debería ser su impulso para seguir viviendo.
Le contó que en los tanto años que estuvieron separados, conoció y se instruyó con lecturas de autores reconocidos, como Benito Pérez Galdós. Le resumió rápidamente su libro favorito “Marianela”, en el que creyó encontrar un personaje con el que se identificó completamente, por tener el mismo deseo de seguir adelante, siempre adelante. Para mayor detalle, Realista le dedicó una cita a su hermano, la que narraba el momento del desenlace de la historia, en donde la protagonista, Marianela, está muriendo.
“Carlos: Misterio no, no (…) es la realidad pura, la desaparición súbita de un mundo de ilusiones. La realidad ha sido para él nueva vida, para ella ha sido dolor y asfixia, la humillación, la tristeza, el desaire, el dolor, los celos…, ¡la muerte!” (Benito Pérez Galdós, Marianela, pág. 204) Tristemente, Realista le reveló que quizá, así como le ocurrió a Marianela, el hecho de descubrir que en realidad nunca sería amado o escuchado, en el ambienten el que desarrolla sus ideales, este era razón para que cambie su enfoque, que tenia que entender que no todo lo que él demanda, o dice necesitar para ser satisfecho, el ser humano era capaz de ofrecer. Aquí es donde le contó que él, junto a otros grandes doctores, logró hacer un cambio: una mejora en la medicina. Progresaron no solo en sus áreas, y esto para el bienestar del hombre, y así lograron “una mejor alimentación y de los progresos de la medicina y de la higiene. Los hombres aprendieron a combatir científicamente la cólera, la viruela, el tifus y la tuberculosis y a eliminar los focos infecciosos.” (Ricardo Kreba, Historia Universal, pág. 388) Y muchas cosas más logro el hombre, deseoso de seguir adelante, siempre adelante, decía Realista. Otros grandes autores literarios hablaban de jóvenes criollos, decididos en empezar un estudio en sus países para luego emprender las mismas grandes hazañas de los grandes europeos, y en sus casos, aplicar la nueva medicina en su país, con el fin de mejorar el estado de vida del ser humano.

Cuando Realista ya veía que su hermano estaba quedándose dormido (o así lo parecía), extrañamente pálido, le trató de llamar la atención diciéndole lo mucho que había progresado él en sus estudios. Que en esos días, gracias a su estado económico, tiene más libertades: de voto, de expresión, le escuchaban debido a que sabían que había tenido que pasar realmente por un largo camino antes de ser lo que era, y así poder conseguir sus riquezas, tanto concretas como abstractas.

Le habló de Augusto Compte, con quién compartía el mismo ideal de progreso continuo y sin fin para logar cada día una mejor recepción para el ser humano n la tierra. Este filósofo “considera a la ciencia como guía única de la Humanidad y confía en un progreso indefinido (ideales formados de la Ilustración). Pero hay que notar que, entonces el valor de la ciencia queda subordinado a estos ideales humanitarios (función práctica del saber), y que la misma ciencia es relativizada históricamente (relativismo del saber).” (Positivismo, Augusto Compte, pág. 349) con estas palabras quiso Realista abrirle los ojos a su hermano deprimido, por la inseguridad generada por los inestables actos que acometió. Además de esto, el menor le quiso demostrar cuán poco productivas eran las prácticas de revolución. Salieron juntos, había empezado a nevar. Romántico parecía un copo de nieve más que cae del cielo para luego desaparecer en el suelo caliente de la tierra (hasta cierto punto). Realista se dio cuenta pero prefirió seguir. Vio a su hermano seguro de lo que hacía, por eso prefirió seguir el camino. Llegaron al museo de Artes. Realista llevó directamente a Romántico al cuadro “La Barricada” de Ernest Meissonier. Se sentaron frente al mismo. El menor le preguntó si sabia lo que hacían ahí. Romántico le respondió afirmativamente con un si, pero no dijo más, quizás por orgullo o porque simplemente no tenía más fuerzas para proseguir. Entonces, Realista le declaró que era por el medio crudo y triste pero real con el que se retrató la caída de unos cuantos rebeldes revolucionadores. Las atrocidades de las revoluciones, ¿para qué? Le explicó que no creía que ese afán de querer copiar lo que ocurre en esa realidad externa es por nada o para convencer de que era bella. Por el contrario. La triste, penosa y desaireada vida del que muere en las revueltas revolucionaras creen que mueren sin causa y gloria alguna. Muchos nuevos artistas comparten ese ideal de querer cuidar la naturalidad, tanto sana como desdichada, del hombre. Este es manifestado en obras artísticas, representando, muchas veces en esos tiempos, las tristeza del hombre marginado, destruido, desviado y desposeído.

Por esto y más quiso convencerlo de que le acompañase en ese camino que es incapaz de recorrer solo. Creyó que es posible, siendo persistente en sus ciencias, cambiar la sociedad y hacerla más justa y feliz… Miró a su hermano. Horror. Sintió cómo su corazón se estrujaba en su pecho al ver que su hermano yacía sentado a su lado, sin color, sin el respirar profundo y apasionado, la mirada constante y una sonrisa petrificada.

Tristeza sintió Realista, pero no por siempre. Nunca supo si de verdad había muerto Romántico. A veces creía verle entre las acaloradas caras de los jóvenes emprendedores esperanzados en ver una sociedad más justa, a veces teniendo esos actos tan locos como los tuvo alguna vez su hermano mayor en sus mejores momentos. De algún modo sabía que su hermano aun se encontraba entre los vivos, acompañando a todos esos corazones deseosos libertad.

Comprendió que era fundamental y trascendente continuar los progresos que estaba logando con su equipo y que así lograría la libertad que deseaba en su siglo XIX. Que estaba en lo correcto; de que el pilar que levanta para la transformación de su realidad, tanto interior como exterior, se lograría consumar y perfeccionar ya que tenía fe, mejor dicho por él, una suerte de consecuencias que le apoyaban. Que todo ese apoyo medio científico que aporta, en su caso, serían también importantes para la larga trascendencia de la felicidad del ser humano.

Se dio cuenta de que quizás Romántico no habría podido eclipsarse de su vida de otro modo ni momento. Tal vez su hermano mayor era un llamado de atención a la sociedad diciéndoles que jamás se pueden dejar de lado los sentimientos humanos, como ocurrió en tiempos pasados.

Por esto es que Realista abrió los ojos, vio en donde vivía y en que se había convertido su sociedad. Lo que quería hacer entonces era actuar.

Felizmente Realista sabe que sus proyectos de progreso de continuaron y continuaran incluso en los nuevos continentes, y que los ideales de libertad del hombre se seguirán instruyendo hasta el final de los tiempos.

Epílogo:
Afortunadamente Realista pudo observar en su país que sus sueños de progreso y libertad no se quedaban estancados en su solo país, sino que se propagaba incluso hacia el Nuevo Continente. Leyó una vez en le diario lo siguiente:
“El gobierno de José Miguel Carrera
El grupo de acaudillado por Carrera tiene en mente proclamar la independencia, y por ello se dio a la tarea de difundir la idea en las páginas de “La Aurora de Chile”.”
(Osvaldo Silva Galdames, Breve Historia Contemporánea de Chile, pág.128)
Supo desde aquel momento que ese afán de expresar y exigir propios y liberales realmente son seguidos por los criollos, gente igual que él, la que solamente difería por las tierras que defendían. Sabía que esto les traería el progreso tecnológico y científico, ya que ellos lo exigirían como derecho para un mejor vivir.
Mabel Carabelli, IIIº C, 2008
Compacto Cultural Romanticismo y Realismo

miércoles, 5 de noviembre de 2008

SEGISMUNDO EN SUS TINIEBLAS CLARAS.

¡Ay mísero de mí! En un lugar oscuro,
Sin delito yo sabido cometido, he vivido.
Para mí no tiene razón que para otro razonable es.
Época confusa, donde yo no hace poco
mi identidad conocía. Los sueños y apariencia
en mi historia, siempre presente están. Lo ilógico
para mí siempre existió. No encontraba
razón para mi alegría encarcelada. Poco contacto
he tenido con el exterior, si no fuera Clotaldo
el único que me ha hablado y enseñado algo
de ciencias. En mis momentos de dudas, yo
mis quejas he relatado. Para mi desgracia,
infelice he sido de mis quejas por otros escuchado.
Rosaura y Clarín muerte por mis labios
las palabras escuchado he de darles, mas no
hubo respuesta acción satisfactoria. Quejas yo
propias he de tener, cuya solución yo no puedo
entender. ¿Quién sabe mi acción para que
mi ser este castigo reciba? Razonable era para
todos menos para mí, ese encierro al cual yo
casi toda mi vida entregué. Preguntaos ustedes
¿Que ha pasado? Pues lógico y doloroso para
mí es. La libertad mi aliada infantil
nunca lo fue, viví en la muerte, oscuridad, felicidad,
crueldad, en mi vida la
tuve que encarnar sin saber por qué. Mi mente
confusa era el intentar entender mi vida. No encontraba
solución alguna. El tiempo mi aliado fue,
después de un tiempo mis acciones e ideas
claras se empezaban a ver. Mi existencia cobraba sentido
y mi odio por la injusticia también. He ido
enterándome de mi familia y mi castigo cuyo sentido
injusto es. Nací y mi condición dio indicios de
la muerte de mi madre. Odio y rencor he recibido por
parte del Rey, quien yo recién enterado por mi padre que
Basilio es. Mi encierro bajo su mando estuvo. No
tolero ni entiendo este poder de soberanía que posee
mi padre, si es digno de llamarlo así. “La soberanía
es un poder supremo sobre los ciudadanos y
súbditos no sometidos a las leyes” (La Monarquía
Absoluta en Europa, Ricardo Krebs, pág.22). Nadie
mejor que yo podría concretar con hechos reales
esta definición. He sido un estorbo para mi familia
y ahora que sé que me encerraron por la palabra
de mi padre, odio y rabia he de engendrar. Sus
palabras fueron: ”siendo el príncipe como os digo, por
lo que os amo, vasallos, os daré reyes más dignos de
la corona y el cetro; pues serán mis dos sobrinos,
que junto en uno el derecho de los dos, y convenidos
con la fe del matrimonio, tendrán lo que han merecido.”
(La vida es sueño, Pedro Calderón de la Barca, página 31).
Ese sueño para él, cumplido
ideal sería, pero yo como hijo del Rey tengo supremacía
del trono, más que mis primos. Ahora
tengo metas y sueños, mi vida torna a ser
racional y concreta. Debo persistir como lo hace
Don Quijote de la Mancha en su libro. Tengo
que desligarme del dolor, encontrar mi libertad.
Sufro por mi libertad como otros sufren por amor.
Mi sentimiento no tiene una explicación con palabra
clara yo podría decir, al igual que el amor.
“Desmayarse, atreverse, estar furioso
Áspero, tierno, liberal, esquivo
Alentado, mortal, difunto, vivo,
Leal, traidor, cobarde, animoso”
(Soneto amoroso, Lope de Vega)
Mi cólera en este momento es como el amor, confuso,
claro, inexplicable, pero explicable. Son sentimientos que solo
las acciones lo demuestran y explican. Mi padre creó
este odio en mí, su influencia en el poder, en mí
ha recaído, si bien:” Los reyes debían estar investidos de
poderes absolutos para poder mantener la paz y la justicia.”
(Ricardo Krebs, El Absolutismo en Francia y la Formación
de la Monarquía Parlamentaria en Inglaterra, pág, 275).
Mi padre aparenta para el pueblo un orden
desordenado, cuyo propósito es alejarme a mí de mi
trono y gobierno. Lazos miserables creados entre nosotros
existen. Mi nacer peligro para mi
padre he de traer. Relaciones nunca acabadas
ni armadas, destruyéndose por delito, cautiverio,
pobreza y miseria han empezado. Mi poder
he solicitado, mi soberanía he querido. Todo con
pequeños costos de valor y astucia irracionales, como
muertes de vasallos he dado. Todo esto confuso para
mí ha sido. Poca claridad y verosimilitud he
tenido y confiado. He aquí mi angustia sobre la
realidad y consigo, las apariencias engañosas
del Barroco. Yo he de confirmarme con la realidad
de mi existencia como un gran y eterno
sueño. Mi experiencia, sabiduría a mí me ha dado por
lo que un buen gobierno bajo mis menos he creado.

Valeria Ripoll. IIº C, 2008

domingo, 2 de noviembre de 2008

Monólogo de Dulcinea

Desde un lugar de la Mancha, diciembre 1605

Querido Lazaro:

Lo más posible es que vos no me conoscáis y, con el debido respeto me presento. Yo soy la señora Dulcinea del Toboso, conocida por ser la doncella más hermosa de las hermosas, que gracias a mi eterno enamorado, mi señor Don Quijote de la Mancha, junto con su caballo, su rocín Rocinante, honrábase mi nombre antes de cada batalla y aventura, siendo éstas las más feroces, que todo hombre en la faz de la tierra, utilizando su razonamiento y memoria, puedan recordar. Como bien has de saber, yo te escribo, en este preciso momento porque yo a ti sí te conozco, conozco tus aventuras y las trampas que has realizado y permíteme decirte, pícaro y astuto Lazarillo, que gracias a ti he podido abrir los ojos, gracias a ti he aprendido a ver nuevamente, me sanaste de mi eterna ceguera que desde siempre no me permitía ver lo que realmente estoy viviendo ahora. Me permitiste darme cuenta de cómo es España en verdad, de la confusión que existe en la sociedad y de la mseria en la que se encuentra nuestro pueblo. Yo antes creía plenamente en la monarquía, y que todo bajo un mismo orden y un mismo poder se encontraba en una perfecta armonía, y que todo era tan claro; pero esa claridad sombría era la que generaba que mi mirada no pudiera ver la realidad tal cual es. Pero en todo caso, ¿qué es la realidad, sino un juego de apariencias engañosas?

Como ya te dije anteriormente sobre la monarquía, me gustaría extenderme más, para poder así, de esta manera, explicarte todo lo que ahora soy capaz de entender, gracias a ti, mi querido Lazarillo. Como tú ya bien deberías saber, el hecho de que se utilice la monarquía absoluta, significa que todos estamos gobernados bajo el poder de un solo soberano, bajo una misma ley y bajo una misma fe; es posible que no sepas por qué se generó este tipo de organización, por lo que me daré el tiempo de explicarte. “La monarquía absoluta se formó en oposición contra las potencias universales y los poderes locales, el Papado, el Imperio y los señores feudales que habían dominado en la Edad Media” (La Monarquía Absoluta en Europa, Ricardo Krebs, pág. 21). Mediante esta oposición, se quiso imponer este solo orden, que aparentemente generaba un equilibrio ideal en la sociedad, pero que en verdad no es así, por ti y por tus acciones y también gracias al intento de mi amor Don Quijote por salvar la decadente sociedad nuestra, me di cuenta que todo es caos y desorden, que simplemente se cubre con el disfraz del orden para crear esta realidad aparente de que todo está bien. En el fondo de todo este disfraz engañoso, se encuentra la pobreza y la miseria, la confusión religiosa y la decadencia de España, que tanto se quiere esconder. Yo sé que algunos piensan que Don Quijote está loco, que después de tanto leer perdió la razón, que de un momento a otro “llenósele la fantasía de todo aquello que leía en los libros (…) y asentósele de tal modo en la imaginación que era verdad toda aquellas sonadas soñadas invenciones que leía, que para él no había otra historia más cierta en el mundo” (El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, Miguel de Cervantes, pág. 100). Pero eso es exactamente igual a lo que le pasa a las personas, como por ejemplo a mí, que de alguna manera perdemos la razón creyendo ciegamente en una supuesta verdad, que en este caso sería la del orden que produce la monarquía, por esto creemos que no hay nada más cierto en el mundo, que el perfecto orden que la monarquía genera. Pero ya me desperté de ese sueño que me entregaba esa verdad aparente y te lo agradezco ahora y mil veces. Aunque igual a veces siento que no estoy completamente despierta de este sueño de apariencias engañosas y confusas, siento que vivo en un sueño, una pesadilla interminable, muy parecido a lo que le pasaba a Segismundo, personaje de la obra “La Vida es Sueño”, en la que él, encerrado en una torre toda su vida, de un momento a otro se ve envuelto es una realidad completamente distinta a la suya, lo que genera esta confusión sobre si su vida es o no más que un simple sueño eterno.

Me hubiera gustado darme cuenta antes de esto, pero al parecer yo no soy verdaderamente una dama, ni tampoco alguien noble, ni una mujer hermosa, creo que me perdí en mi imaginación al momento en que supe que un hidalgo caballero se había enamorado de mí; al parecer desperté de esta hermosa pesadilla en la que estuve mientras dormía despierta, lejos de darme cuenta que no soy nada más que una simple campesina. Ahora lo recuerdo todo… ya sé quién soy. Soy una mujer atormentada por la decadencia de España, afectada por la pobreza y la miseria. Tal vez la razón por la que haya pensado que era otra, fue porque quise imaginar una realidad mejor, que en realidad no existe. Todo era tan bueno que no podía ser verdad. En realidad, después de que España perdió el monopolio de los mares, no quedó nada más que hacer, que esperar que las pobres riquezas que existían, desapareciesen sin dejar rastro. “La eliminación de la empresa española, en el mercado mundial, estaba consumada inevitablemente (…) el alza de precios, desprecio del trabajo manual, exceso de vocaciones religiosas, el abandono de la agricultura, etc. -, representan, en verdad, aspectos de una misma realidad. Todas son, al mismo tiempo causas y efectos en la crisis general de nuestra sociedad” (Historia de España, Pierre Vilar, pág. 70). La decadencia era inevitable, y yo que no me daba cuenta de nada; qué tonta fui. Por lo menos, logré desenmascarar la verdad y espero que todos lo hagan alguna vez; no es bueno vivir en un sueño eterno, en el que se muestra algo bueno que verdaderamente nunca estuvo ahí.

Ahora lo último que me di cuenta, es que la realidad no es más que un juego de apariencias engañosas, la monarquía absoluta no es más que una herramienta para ocultar el caos de una sociedad en decadencia, que lo único que hace es crear un disfraz de apariencias, mientras que todo debajo de él es confusión y desorden, y que también lo único que se intenta esconder es que la población vive en la miseria y pobreza. Como yo…, te agradezco una última vez, Lazarillo, por abrirme los ojos ciegos que tenía y hacer que me diera cuenta que la vida veces no es nada más que una simple ilusión “que el mayor bien es pequeño; que toda la vida es sueño, y que los sueños, sueños son” (La Vida es Sueño, Pedro Calderón de la Barca, pág.65)

Se despide completamente agradecida,
Aldonza Lorenzo
Camila Fernández, IIº C, 2008

jueves, 23 de octubre de 2008

La creación literaria medieval, como reflejo del principio jerárquico de la existencia

La Edad Media es una época no clásica, que comprende del siglo V al XV después de Cristo. Ella es la heredera de la grandiosa Antigüedad Clásica, mas se contraponen mucho, al ser esta clásica y el Medievo no clásico. Durante el transcurso de estos diez siglos hubo grandes avances y desarrollo. Tiempo después en el Renacimiento se la tildó como un milenio perdido, sin avances ni cultura, donde la Iglesia estableció una hegemonía negativa. La Edad Media se caracteriza por ser teocéntrica, ubicando a Dios como centro de todas las cosas. El medieval vivía en una sociedad perfectamente jerárquica, siendo Dios lo supremo, si él nacía en una clase social determinada, se quedaba ahí, porque era ordenanza de Dios. La literatura medieval está dividida en tres géneros; la literatura épica, la doctrinal y la lírica, de los cuales se analizarán textos, cada uno de ellos espejo de las características de la época. Ella está llena de valores guerreros y cristianos como la honra y el honor, la caridad, la fe y la compasión. La literatura se enfocó mucho en ellos y cómo los personajes los practicaban y protegían. Mediante la siguiente argumentación confirmaremos la creación literaria medieval, reflejo como principio jerárquico de la existencia, de los puntos de vista de la literatura y la historia mediante la lectura de textos de ambas asignaturas.
El Imperio Romano sucumbió en manos de los germanos, para la gente el Imperio era la única imagen de grandeza, unión y seguridad. Para el romano se había acabado el mundo, igual barco sin timón. En ese momento, fuer cuando la Iglesia, que estaba ya formada, toma tanta importancia. Ella fue quien impuso el orden y la institucionalidad. Poco a poco fue tomando adeptos, sobre todo en las clases más bajas por lo que prometía. La religión pronto se volvió parte de la cultura medieval siendo el elemento que ayudó a la organización y unificación. La Edad Media fue teocéntrica, y en una sociedad perfectamente jerárquica, Dios era lo primero. En ese momento de gran inseguridad nació un fenómeno, convertido en un sistema político y social llamado feudalismo, que se basaba en el vasallaje. Que caló tan hondo que entró en la Institución más grande de la Iglesia, como se ve en la siguiente cita: “…obispos y abades al mismo tiempo de ser ministros de la Iglesia, se convirtieron en vasallos de los reyes y en grandes señores…” (Ricardo Krebs, Surge un nuevo orden: el mundo medieval, página 211). El caballero debía ser un perfecto vasallo de su rey, como se ve en el tipo del Mio Cid. Ahí se establecía una relación de interdependencia, de fidelidad y de amor. Pero como menciona una gran figura del siglo XX, después que a Dios me debo a la patria, Dios estaba en primera lugar. Todos los creyentes debemos ser vasallos de Dios, establecer una relación de amor y fidelidad con él, ya que es quien nos da todo; seguridad, alimento, abrigo, debemos responder con ser vasallos de Cristo y de su Padre Dios. Como se ve reflejado en la siguiente cita: “…amigos y vasallos de Dios todopoderoso…” (Gonzalo de Berceo, Milagros de Nuestra Señora, página 6). El vasallaje con Dios pronto se vio reflejado en el feudalismo donde la Iglesia se convirtió en una servidora y un elemento más de él. En la narrativa lírica nace una obra titulada Coplas a la muerte de su Padre, donde se ve una imagen de vasallaje, ya que el autor le escribe a su padre a su honor por todo lo que fue, y le había dado, donde se ve la jerarquía y vasallaje llega al núcleo de la sociedad que es la familia.
Al ser el hombre un servidor de Dios, debía obedecer a todo lo que este imponía. Mientras en Europa predominaba cristianismo, fuera de ella nació el Islam. Así como para los renacentistas todo lo que se saliera de lo clásico era malo, para los cristianos igual. La lucha entre ambos bandos era terrible, ellos debían defender su fe, lo que era símbolo de bondad, ya que su fe era la verdad. Un motivo importantísimo la literatura narrativa épica fue la Guerra Santa: el cristiano está en una constante lucha con los enemigos de la fe, por una serie de revelaciones, en las cuales él recibe la manera de guiar a su pueblo para liberarlo y hacer más grandes la religión de Alá, en las revelaciones hace lícita la guerra en defensa de la fe: “…la experiencia militar del profeta será clave para su prestigio en Arabia, por lo tanto, para conseguir nuevas adhesiones, las revelaciones de Mahoma hacen lícita la guerra en defensa de la fe…” (José Marín Riveros, Del Imperio Romano hasta el siglo VIII, página 43). De esta manera vemos como dos elementos de la época se fusionan. El carácter bélico y el teocentrismo. La representación de la realidad medieval ve la vida en un sentido jerárquico, donde Dios manda y la vida como un campo de batalla, donde debemos luchar por ese Dios. Ejemplo de esa constante lucha entre moros y cristianos es el Mio Cid. El Mio Cid es un caballero, que representa palpablemente al Medioevo; fue siempre un buen cristiano y luchó por su fe por sobre todas las cosas. El Cid fue batallando y conquistando territorios moros, estos respondían con la misma violencia, ya que defendían su fe con la guerra igualmente, como se aprecia en la siguiente cita: “…llevad tres mil moros bien armados y junto con los moros de la frontera, que os ayudarán, prendedlo vivo y traedlo a mi presencia…” (Anónimo, El Mio Cid, página 28). El sentido jerárquico de la existencia explica que Dios es supremo y bueno, que él nos ordena la Guerra Santa, por consiguiente esta es un símbolo de la Bondad, ya que en ella actúan los valores cristianos, ya que para aquella época la postura de la Guerra Santa se considera ética y correcta.
Cada época literaria tiene su forma de “ver” las cosas y las personas de establecer relaciones entre unas y otras; en resumen de interpretar y representar a la realidad. La realidad medieval se ve en su dimensión de trascendencia cristiana y en un sentido jerárquico de la existencia. La Edad Media fue una época grandiosa donde la Iglesia fue la máxima Institución, que llevó al sincretismo de los sustratos latinos, cristianos y germánicos. Así mismo hubo tres géneros, que mediante sus personajes fueron reflejo de los valores de la época. En el ensayo anteriormente desarrollado vimos que el feudalismo fue un elemento literario histórico, que representó el sentido jerárquico de la existencia. Y que la Guerra Santa al ser un mandamiento jerárquico de Dios era algo bueno. Con los argumentos previamente indicados podemos confirmar la creación literaria medieval, reflejo como principio jerárquico de la existencia.
Rudolf Schweinitz
IºB, 2008

viernes, 9 de mayo de 2008

¿Tiene el Ser Humano la necesidad de creer?

Religión y espiritualidad, un sinfín de interrogantes.
“Somos aquello en lo que creemos”.
Wayne W. Dyer

“La uniformidad es la muerte; la diversidad es la vida”.
Mijaíl Bakunin

“¿Es el hombre sólo un fallo de Dios,
o Dios sólo un fallo del hombre?”.
Friedrich Nietzsche


Respetable Dios “todopoderoso”:

Me gustaría confesarte que tengo algunas dudas que espero ir respondiéndome en las posteriores líneas de esta carta. No estoy seguro que ésta tenga destinatario, realmente lo dudo. Por tanto, tampoco espero una respuesta. A través de ésta, te explicaré realmente lo que a mí me sucede, tomando en cuenta la realidad que me ha tocado vivir y las potenciales influencias que podría tener. Además de las problemáticas que nacen -entorno a la espiritualidad- desde mi mente y corazón. Tengo un fuerte cuestionamiento que me gustaría compartir contigo, si es que te parece prudente: ¿Tiene el Ser Humano la necesidad de creer? ¿Es lo “establecido” en lo que la persona debe creer? ¿Existe Dios, como popularmente es definido? En el mundo, como también en Latinoamérica, más específicamente en Chile existe una gran diversidad de creencias, obviaré su enumeración. Por tanto, una gama de “opciones para creer” y sentirse satisfecho con alguna de ellas, sin embargo, con ninguna de ellas comparto completamente. Mi intención es reflexionar sobre si tengo la necesidad de creer o no, sin importar si es en algún tipo de religión comúnmente aceptada o no. Te explicaré las preguntas que vayan surgiéndome sobre el tema y sus derivados.

Para comenzar quiero señalarte, que no me considero de ninguna religión específica, sino que creo tener un sincretismo de varias de ellas. Mi forma de pensar hace que ninguna, de las por mí conocidas, sea totalmente de mi gusto, tampoco algún movimiento o secta existente. Luego de haber leído y escuchado de diversas fuentes de información y medios de expresión, además de notar cómo se comporta la gente, que en su mayoría concurre a las iglesias católicas en mi país, he logrado darme cuenta que la sociedad chilena –mi realidad- ha sido señalada como un pueblo católico, o bien cristiano, y por eso también creyente. No obstante, yo disconforme con esta opinión, pienso y defiendo que, a pesar de que yo no soy católico, sí me considero creyente. De igual modo, creo que tú (con el debido respeto que mereces) no eres el único responsable de “el creer”. Normalmente al momento de decir creer, refiriéndonos a un contexto de religión y espiritualidad, se viene a la mente tu “imagen”, pero pienso que esta idea de creer abarca mucho más. Según mis reflexiones todo Ser Humano es creyente. Mi consideración me dice que ateos, agnósticos y obviamente todos los pertenecientes a las religiones convencionales son creyentes. Para mí no existe persona que no crea, hasta los nihilistas creen: en la nada.

Encaminándonos al punto principal de mi carta, me quiero referir a la necesidad o no del Ser Humano de creer. Según mi parecer, a la persona en ningún momento se le impone la necesidad de creer, por lo tanto defiendo la postura de que no es algo necesario, sino más bien es algo natural. Para mí la espiritualidad es algo muchísimo más personal que la religión. Yo no me considero una persona religiosa, ni ahora ni nunca durante mis años de vida, pero sí me siento una persona espiritual. No soy alguien que crea en ti, discúlpame. Tampoco niego con total seguridad tu existencia, para mí no eres de real influencia, por lo que me considero agnóstico en ese sentido. Sin embargo, sí creo en el interior de mi persona, por tanto, si tu representas mi “energía” interior, podría considerarme como uno de tus creyentes. Como tengo este pensamiento podría considerarme budista o rasta, ya que son religiones que sus seguidores tienden a la creencia en sí mismos. También creo en el Ser Humano, lo que podría referirse al “amor al prójimo” predicado por los católicos, por lo que ¿podría considerarme también católico? Yo niego un papel directamente activo de algún tipo de deidad -tal como tú eres definido, si es que existieses- en la liberación del individuo, por lo que podría definirme como ateo. No creo en tu intervención dentro de mi vida, ni en tu omnipotencia y dudo sobre tu existencia. Es por ello, que me refiero de tú: relacionándonos de igual a igual (sin la idea de compararme contigo, sino que simplemente no confío en tu superioridad). Éstos son sólo algunos de mis pensamientos sobre espiritualidad, es posible notar que sí tengo creencias, a pesar que no crea en tu existencia. Para una persona regida o creyente en los dogmas establecidos por alguna religión pueden, mis creencias, hasta llegan a ser contradictorias, pero en mí conviven en total armonía. Comparto varios conceptos con algunas religiones, al igual que algunas definiciones de movimientos tales como: ateos y agnósticos, pero ninguna de las posturas que conozco las acepto completamente, por lo que notarás que soy una persona donde confluyen gran cantidad de ideas, pertenecientes a grupos totalmente distintos (como son católicos y ateos). No obstante, no me molesta que así sea, porque me siento bien pensando lo que pienso y creyendo en lo que creo.

Conozco mucha gente que cree en tu existencia y te defiende en todo momento, también gente que te niega, gente que odia la Iglesia Católica –a pesar de considerarse católica-, gente que cree en sí mismos –sin por qué ser seguidor de las religiones filosóficas-, gente que a pesar de “amar al prójimo” (como debería un cristiano-católico) hace daño a otras personas, o bien es capaz de odiar a otro Ser Humano, gente que a pesar de considerarse partidario de la Iglesia Católica no hace exactamente lo que en ella se predica y así muchos tipos de gente que conforman mi realidad chileno-latinoamericana. Todas estas personas conforman nuestra sociedad, mi posible influencia o tal vez repudio, mas existen. Todos y cada uno de ellos creen en algo, teniendo también su pleno derecho y posibilidad de optar por lo que ellos estimen mejor para sí mismos. Nadie los puede privar de ese poder de elección que tienen.

Volviendo al ámbito personal, siempre me he cuestionado tu existencia, además de muchas otras cosas. Para mí, tu existencia no tiene mayor trascendencia, porque no tienes mayor influencia en mi pensar y en mi vida, hasta me da miedo afirmar esto, porque muchas veces he escuchado “Dios castiga, pero no a palos” y quizás el negar tu existencia o no darle mucha importancia, podría tener repercusiones en mi vida en algún futuro; pero como no creo en tu existencia (tampoco la rechazo de raíz), no sé lo que podría suceder. Tengo la idea de que no existes, porque no me explico cómo alguien como Dios (definido como todopoderoso, capaz de hacer y deshacer todo) permite que mucha gente muera, que mucha gente sufra, que en el mundo haya gente que abuse de otra, que entre los Seres Humanos se peleen y se dañen, que exista las malas intenciones y sí podrán contestarme y argumentarme, mas no entenderé. He escuchado muchas veces la idea de que tú sólo nos creaste y que nosotros nos encontramos en libre albedrío, entonces ¿por qué, supuestamente, tienes influencia sobre el Ser Humano? Tal vez me respondan que las guerras son producto del Ser Humano, yo ahí me preguntaré si el Ser Humano se creó sólo, porque según lo que las religiones tradicionales difunden y lo que la sociedad me ha intentado de establecer, es que tú creaste el mundo y con él, al Ser Humano. Después de este análisis, podrían seguir interponiéndome muchas otras refutaciones, pero finalmente yo pienso: Dios como ente todopoderoso -como se conoce popularmente- cómo no podrá detener la hambruna, la guerra y todo el mal que se encuentra en el mundo. ¿Es correcto para ti que el Ser Humano sufra? Mi mente no comprende. La polla records en su canción Dios, describe de buena forma lo que intento describirte, ojalá tengas la oportunidad para escucharla y darte cuenta Dios que si fueses omnipotente como mucha gente cree, es hora de que actúes; pienso que es necesario que lo hagas, el Ser Humano está errado en muchos aspectos. No encuentro que sea necesario esperar la muerte para llegar al paraíso, como postulan los católicos. Tampoco creo que sea imprescindible que el Ser Humano deba sufrir y vivir la tristeza para darse cuenta de las cosas bellas y bondadosas que es capaz de hacer. No le encuentro utilidad que debamos ver cómo gente muere de hambre, sin tener opción a contrarrestar su situación, para darnos cuenta de lo hermoso que es tener comida, o cómo existe mucha gente que pasa frío en las noches, debido a que no tienen casa tal vez culpa de la poca solidaridad del Hombre ¿por ti creado o no?. Tiendo a pensar que hay otras formas de poder mejorar nuestro estilo de vida, otros modos para darnos cuenta de las cosas magníficas que nos da la vida sin tener la obligación de ver cómo mucha gente sufre de diversos tipos de escasez durante sus vidas. Me ha tocado estar con gente en la calle, que no tiene para comer, aquí el mundo se rige por el dinero y eso es lo que ellos no tienen y simplemente por esa razón no tienen la posibilidad de vivir tranquilos como sí muchos de nosotros podemos hacerlo. Es esa gente, la que en su mayoría confía en ti; en que tú seas capaz de salvarlos y brindarles mayores alegrías.

Desviándome a una de las ramas del tema, he llegado a pensar que nuestro sistema político es una analogía de las creencias chilenas, por lo menos las de la mayoría. Debido a que somos un pueblo catalogado como católico, como te señalé anteriormente, tenemos posiblemente este sistema presidencialista. El presidente podría ser la interpretación de Jesús –un estilo de profeta-, los ministros serían un tipo de apóstoles, que difunden los ideales del profeta; algo muy semejante a lo sucedido en las historias descritas en la Biblia. No me parece una mala alternativa que así fuese, simplemente no logro entender por qué, a pesar de que los católicos predican el amor al prójimo, existe en nuestro país tanta discriminación, tanta intolerancia, tantas desigualdades, que lo único que terminan provocando es odio. Quizá no es adecuado referirme a esta analogía contigo, sí necesario, para que te des cuenta, que muchos –tal como yo- desacreditamos tu real influencia y hasta de tu existencia. El Ser Humano es libre por sobre todas las cosas, pero lo que no entiendo entonces para qué hay gente que postula tu existencia. ¿Existe la posibilidad que intervengas en nuestra realidad o es sólo una cuestión de fe? Tomando en cuenta lo dicho recientemente, quiero explicarte de manera más explícita del por qué te señalo esto. Lo hago simplemente, porque quiero que te des cuenta que la espiritualidad es llevada a un campo mucho más concreto de lo que se tiende a pensar.

Es a través de esta carta que espero que hayas entendido, si es que ahí estás, de que pienso que a igual que toda persona, soy un ser creyente –a pesar de negar las religiones y no asegurar que ahí estés-, porque soy humano. Mi pensar defiende la idea de que no es algo impuesto la necesidad de creer, porque para mí es algo innato, al momento de ser innato se vuelve natural y siendo natural, se vuelve innecesario, porque ya existe en el Ser Humano desde que éste vive. De este modo, pienso que cualquier persona: sea seguidora del cientificismo, racionalismo, ateísmo, catolicismo, protestantismo, rastafarismo, budismo, judaísmo o cualquier creencia que ésta haya elegido, cree. Es así como todo creyente debería tener derecho a participar de forma activa dentro de nuestra sociedad, no sólo a través del voto, sino que quizás más allá; la conformación de un nuevo sistema político-económico sería una solución. Te señalé que tenemos un sistema presidencialista, con lo que se ve representada la interpretación espiritual sólo de los cristianos, dejando de lado a una parte importante de la sociedad chilena, que posiblemente se siente excluida, como a mí me sucede. Te contaré que mi espiritualidad la he llegado a considerar como el sabor de una receta de carne de soya –siendo la carne de soya mi espiritualidad-, donde a pesar de que la soya es de mayor tamaño en la preparación es la de menor sabor. Se debe mojar, esperar y luego estrujar. Aquí el agua representa la sociedad chileno-latinoamericana y su creencia mayoritaria de la existencia de Dios. Al momento de ser estrujada se va prácticamente todo el agua no obstante, siempre queda un poco, demostrando así la influencia que “no me permite” negar de raíz tu existencia dejando espacio a la duda de ésta. Luego le hechas los condimentos, a libre elección, que representan los conceptos tomados por mí de cada religión o movimiento espiritual, son los que le dan realmente el sabor a la comida –a mi espiritualidad-. Así se conforma mi espiritualidad y el listado de creencias que son representados con el plato final. La carne de soya luego de estar preparada debe, normalmente, ser acompañada. Podría ser con arroz representando mi ideología político-económica y de esta forma el plato –o bien yo- estaría completamente listo, dentro de lo que pensamientos y creencias se refiere. Te recomiendo este plato, confluyen en él diversos sabores, que podrían hacer de nuestra sociedad algo mejor, a través del cambio de espiritualidad de ella.

Dios espero no haberte confundido, ojalá sigas creyendo en tu existencia, porque es opción de cada uno el en qué creer, yo elegí este camino y es con el que me siento satisfecho. Insisto que el creer pertenece a todos –es natural y que nos acompaña durante la vida- y van más allá de las religiones o de la afirmación a tu existencia. Son más que una “simple” satisfacción espiritual e interior, son conceptos y estilos de vida que se llevan a lo concreto y que nos tienen como estamos. ¿Bien o mal? Analízalo tú mismo.

Javier Molina J.IVºC
Viña del Mar, sábado 20 de octubre 2007











lunes, 24 de marzo de 2008

El Teocentrismo en la Literatura y Filosofía del Medioevo,

El Teocentrismo en la Literatura y Filosofía del Medioevo,
el factor determinante

En la literatura medieval, período de la historia universal que se extiende por mil años aproximadamente, desde el siglo V d.C., hasta el siglo XV d.C., el vínculo de la filosofía y la literatura fue Dios. Algunos de los textos literarios, como “El Cid” y “Los Siete Infantes de Lara”, fueron vistos desde un punto de vista Teocéntrico, al que los filósofos de la época recurrían. Dios, fue el que mediante la iglesia fue difundido, en un principio de forma oral y luego de manera escrita. Puesto que la forma de alcanzar la fama en la Edad Media era quedar plasmado en papel, fue que la literatura logró su expansión a tal punto, que hoy se recuerda a Jorge Manrique y a su padre. Al entender que la literatura fue una forma de dar fama, o de divulgarse, queda expuesto un camino para los filósofos medievales, para mediante ésta, llegar a difundir el mensaje de Dios. Para comprender cómo la verdad enseñada por la iglesia y la bondad de Dios fueron quedando hasta el día de hoy, se debe hacer un análisis, entre alguna de las principales obras literarias y filosóficas.

Para comenzar, a grandes rasgos la verdad es encontrada en la literatura como la guerra santa o la lucha contra los moros. Filosóficamente está en Dios, punto principal de conexión entre filosofía y literatura. Para el hombre, la verdad está en la fe, la fe que se tiene en Dios, cuando en “Los siete Infantes de Lara”, los siete hijos de Gonzalo Gustios pelean contra ejércitos de moros por su fe. Ésto queda explícitamente dicho en: “Murieron allí más de mil moros; de los cristianos no quedaron más que los siete infantes. Cuando éstos, vieron que no había más que vencer o morir, encomendáronse a Dios y al Apóstol Santiago, arremetieron contra los moros con tanto ímpetu, que mataron a muchos e infundieron temor a todos los demás…” (Los Siete Infantes de Lara, Anónimo, pág. 11). Aquí queda demostrado que los siete infantes pelearon con fe, y encomendándose a Dios, que desde el punto de vista filosófico, es la única verdad. La verdad, se encuentra en el alma, y mediante el alma, se llega a Dios, siendo ésta la que contiene las únicas verdades que podría llegar a comprender el ser humano. Pero, según la filosofía medieval, la razón y la fe, debían ir juntas para encontrar verdades. Esto queda explícito en: “La Teología como Ciencia <>. La zona de confluencia entre la razón y la fe permite que la teología utilice los principios de la filosofía, no por que lo necesite, si no para explicar mejor lo que en ella se enseña”. (La Filosofía Medieval, pág.146). Aquí se unen la literatura y la filosofía, porque en un gesto tan simple como encomendarse a un santo, que refleja la fe, que sumado a la razón llegan a una verdad concreta. Desde el punto de vista de la literatura, la verdad fue una de las bases de los relatos de la época, por que al buscar la verdad en Dios, se requería acercarse a éste en vida, como se plantea en la filosofía, para llegar en el mundo eterno a la verdad. Esto se puede explicar viendo que “El Cid” y “Los siete Infantes de Lara” luchaban contra los moros para que su “alma racional que se sirve de un cuerpo mortal” (Agustín de Hipona, pág. 116) llegue a la verdad absoluta o racional por medio de la fe en Dios.

En el ya mencionado texto ”Poema de Mío Cid” se ve representado una de las características mas usadas en los textos literarios y filosóficos, que hablan de la bondad del Cid, o de la bondad de Dios, la cual puede ser terrenal, o representar el perdón para acceder al cielo, o perdón de los pecados. Un ejemplo claro es el de “El Niño Judío”, en “Los Milagros de Nuestra Señora” de Gonzalo Berceo. Trata de un niño judío, que después de ir a misa, llega a su casa y su padre lo trata de quemar, “Pero el fuego, aunque bravo, fue favorable al niño. No le hizo el menor daño. Lo trató con benignidad. Salió, el pequeño, muy gentil de la hoguera. Hizo un gran milagro el Rey omnipotente”(Los Milagros de Nuestra Señora, pág.11, Gonzalo de Berceo). Ahí queda demostrado que el Dios castigador y omnipotente puede ser bondadoso y perdonar al hereje. Volviendo a la bondad expuesta en el “Mío Cid”, el Cid, luego de que este se da cuenta de que los Infantes de Carrión solo estaban engañando a sus hijas y que estos son solo malos caballeros los desafía a duelo, luego de ser vencidos el les perdona la vida mostrando misericordia y bondad. “¡Por Dios, no lo matéis! Vencido está la lid; ¡se acabó! Y los jueces dijeron: -Lo hemos oído. El buen Rey Alfonso mandó a despejar el campo; el tomo para si las armas que allí quedaron. Con honor parten las del buen Campeador”. ( Poema del Mío Cid, pág. 109-110, Anónimo).Aquí se demuestra que el Cid es bondadoso, ya que al entrar para demostrar que quería recuperar la honra de sus hijos, debería haber matado a los infantes de Carrión, pero los dejó vivir. Además existen grandes ofrendas del Cid, como cuando le manda a su rey cien caballos ensillados y con frenos. Esto también es filosóficamente bueno, ya que la vida terrena, según la iglesia es para dar, ya que los bienes materiales no sirven de nada, puesto a que la muerte iguala a todos. Se explica en el “Coplas a la Muerte de su Padre”. En la filosofía, la bondad sólo puede ser encontrada con la verdad que está en Dios, “la búsqueda va del exterior a lo interior; en ella se realiza el descubrimiento de verdades, reglas o razones eternas” (San Agustín de Hipona, pág. 114). Aquí se explica que la verdad sirve para encontrar la bondad, ya que lo verdadero es bueno, y lo bueno es buscado siendo esto más fácil de encontrar que lo malo.

En conclusión, las obras como “El Cid” y “Los Siete Infantes de Lara” se guían a grandes rasgos por la verdad y la bondad, ya que ser bueno conlleva a ser verdadero porque los textos hablan sobre la lucha por una fe que simboliza la búsqueda de lo verdadero, que es Dios. Además, para ser en vida bueno, se debe perdonar, cosa que queda clara con el ejemplo ya dado de “El Cid”. Lo cual demuestra que la filosofía en los textos de San Agustín de Hipona y los textos literarios se relacionan por la búsqueda de Dios y la salvación o el perdón.


Raimundo Sarmiento Iº C,
26/09/2007

lunes, 3 de marzo de 2008

CANTA, OH MUSA...

Mayo del 2007
Compacto Cultural Integrado de Literatura II medio

“Canta, oh Musa, la cólera del Pélida Aquiles...” Sí, Musa, sí, que se vuelva a escuchar tu hermosa voz. Que los ya olvidados pasos de Aquiles vuelvan a perturbar la quietud de este mundo. Pero no sólo dirijas tu mirada a antaño, sino que tu melodía deje pasar la cólera de Arauco y el cantar de los pastores.

¡Collige Virgo Rosas! Sí, Musa, en este tiempo volvemos a recordar toda aquella sensualidad prohibida que encierra tu género femenino. Es en ella en quien nuestra mirada de hombres se centra. Sí, en esta época los ojos del hombre cambian su rumbo. Con tanto mirar hacia arriba al hombre le ha llegado a doler el cuello. Ahora en cambio, nos enfocamos en nosotros, en nuestras capacidades y virtudes que Dios nos ha permitido tener.

Alonso de Ercilla, Garcilaso de la Vega y tantos otros, bien saben qué somos, qué nos gusta, hasta tal punto que llegan a idealizar a quienes nosotros nos hemos fijado. El gran Caupolicán, imagen fiel de Aquiles, es ese tipo de hombre ideal que racionalmente buscamos para lograr un bien común. Garcilaso de la Vega nos recuerda nuestras pasiones por la mujer, hasta llegar a idealizarla. Gracias a este arte de escribir, a esta pasión que nos mueve a cantarte estas líneas, oh Musa, hemos logrado ver en nosotros –el hombre renacentista – una semejanza o más bien un renacer de algo que ha estado guardado por más de mil años: la cultura clásica. Además no hemos podido evitar encontrar un parecido en nuestro antropocentrismo racional e idealizado – que escrito está en muchas obras literarias – con las artes y música de este tiempo. Oh Musa, no despreciéis el don, aunque tan pobre, para que autoridad mi escrito cobre.

La mujer, criatura que tantas pasiones en nosotros despierta, ha sido y será siempre motivo principal para dedicarle y cantarle miles y miles de versos y escritos. Y es que el hombre dejó de pensar en Dios, ahora nos centramos en nosotros y en cuánto nos rodea; creando modelos ideales de cuanto nos apasiona. Así es, Musa de nuestro cantar. Ustedes no son sólo parte de nuestra vida, sino que son motivo para soñar. Ya no es únicamente Dios quien acapara todos nuestros sueños y ensueños, ni es tampoco nuestra única pasión.

“Y en tanto que’l cabello que’n la vena del oro’s escogió con vuelo presto por el hermoso cuello blanco...” (Soneto XXIII, Garcilaso de la Vega). Estas líneas demuestran cómo la literatura crea un modelo idealizado, que si bien en la cita se centra en lo físico, no deja de tener relevancia para el ideal que se quiere crear. ¿Ves Musa? Nos centramos en quienes nos rodean para crear un prototipo único y perfecto. ¡Oh Musa de nuestros sueños! ¿Qué sería de Héctor sin su Troya? Asimismo, ¿qué sería de una mujer perfecta si no tuviera un espacio tal? Y es que la literatura también crea un espacio ideal y bello que acompaña a este modelo de mujer que nosotros anhelamos ¿Locus amenus? ¡Sí Musa! Y bien loco queda uno con tanta belleza imposible de tener, irreal, que nosotros nos hemos preocupado en crearla, como referente de nuestras inalcanzables utopías.

“...él, con canto acordado al rumor que sonaba, del agua que pasaba, se quejaba tan dulce y blandamente como si no estuviera de allí ausente la que de su dolor culpa tenía...” (Salicio y Nemoroso, Égloga I, Garcilaso de la Vega) Oh Musa, el espacio no solo es puro y bello, sino que acompaña al hombre en sus sentimientos e ímpetus. ¿O no es el “Nacimiento de Venus” una obra que retrata el mundo ideal tan delirado por nosotros? Y bien hizo Boticelli en llamar así la obra, ya que meramente no nace Venus, sino que con ella tantas olvidadas pasiones que se reflejan en su sensualidad. Mas el espacio acompañado de tanto verdor, despierta en nuestra alma un espíritu de goce y deseo de hallarse allá.

Vuelven a sonar en nuestros oídos la astucia de Ulises, la furia de Héctor y la venganza de Aquiles. Musa nuestra, que tantas veces cantaste aquellas aventuras, ahora ves que la literatura nos ha puesto a estos personajes para que sean semejantes de cada uno de nosotros. Es decir crea racionalmente figuras prototipo para que nosotros los humanos nos podamos guiar en nuestro camino. ¿Quién hubiese sabido de las lágrimas de Arauco y del bravo de Caupolicán, si Alonso de Ercilla no escribiere de ello? ¿Qué ejemplo de guerrero, templanza, sabiduría y astucia hubiésemos tenido? Musa, siempre Musa, aquellos ejemplos logran crear entre nosotros gran desconcierto por tan espectaculares relatos que hasta incita a seguirlos y respetarlos.

“...Creció en reputación, fue tan temido y en opinión tan grande le tuvieron, que ausentes muchas lenguas del temblaban, y casi como rey le respetaban...” (Pág. 20, La Araucana, Alonso de Ercilla). Estas palabras que aluden al gran Caupolicán, son un espejo de cuánto hemos dicho, oh Musa de las letras. Estos son los modelos que la literatura en cada obra constriñe para nosotros. Y es tanta la admiración que se llega a comparar con reyes y príncipes, como se ve en el texto citado. ¡Oh Musa! Nuestra admiración por la música no deja de fascinar nuestras almas y es que con el mismo fin que las letras, la Iglesia se ha preocupado de crear modelos musicales que guíen nuestros ánimos. Ha hecho una búsqueda racional y ha establecido tipos de música únicos, como es la polifonía.

Oh Musa, son estas líneas las que te hemos dedicado para que oigamos nuevamente tu voz, para que vuelvas a cantar aquellas aventuras olvidadas. Recuerda que la literatura crea ejemplos a seguir como son Caupolicán y varios más, con un racionamiento detrás, para poder guiar nuestros pensamientos y nuestra vida hacia algo mejor. También recuerda que la mujer – en la literatura – es un modelo ideal que el hombre la centra para despertar en el tantas pasiones. Musa: no dejes de cantar porque como ves, tan importante para nosotros es.
El Hombre Renacentista.

Francisco Salles

jueves, 17 de enero de 2008

LA RECONSTRUCCIÓN DE LOS GÉNEROS: ¿UN CAMBIO POSITIVO O NEGATIVO?

“Amar no es mirarse el uno al otro;
es mirar juntos en la misma dirección.”
Antoine de Saint-Exupery

Actualmente se puede comprobar una reconstrucción de los géneros en variados ámbitos de la vida, tales como en el trabajo, en el hogar o en la relación de pareja. Esta última reestructuración ha permitido al hombre y a la mujer, descubrir un nuevo mundo; a él uno familiar y a ella uno laboral. A la vez, ha comprometido que ambos puedan expresar libremente sus sentimientos y emociones. ¿De qué manera han influido en mi visión de la realidad estos cambios de roles entre la relación de pareja? ¿En qué forma me afectarán como mujer chilena-latinoamericana en mi futuro?

Primero que todo, quiero referirme a la imagen tradicional que se tiene del hombre y la mujer dentro de la relación de pareja. El hombre siempre se ha visto como un ser fuerte y rudo, mientras que la mujer más sensible y sumisa. Estas características han inducido, en mi opinión, a que el hombre crea que es superior a la mujer y adquiera también un tanto de dominancia dentro de la relación. ¿Pero por qué ciertas mujeres no hacen nada al respecto cuando no están de acuerdo con el comportamiento de su pareja? Quisiera fundamentar mi respuesta con una experiencia propia, pero la verdad es que mi única verdadera relación que tengo con un hombre, es la de padre e hija. Aun así, considero que las mujeres en esos casos, sienten que le deben una “obediencia” al hombre, por ser ellos los considerados como “pilar fundamental” en la familia.

Esas ideas arcaicas han influido mucho en el desarrollo de los géneros, limitando los roles de cada uno dentro de la relación de pareja como también de la familia. A pesar de observar un cambio, al que me referiré un poco más adelante, me da miedo pensar que el hombre de Latinoamérica siga creyendo en una relación, donde él sea quien “mantiene” a su pareja o familia, y sea la mujer la encargada de las labores domésticas, como lo plantea Phillippe Aries en “Historia de la Vida Privada”. Lo que busco en una relación es ayuda mutua y complementaria entre pareja. A futuro, deseo encontrar a alguien que piense lo mismo que yo; que las labores domésticas y la crianza de los hijos son deberes de ambos. En el fondo, ése es un significado válido para mí de una relación de pareja, y me sentiría digna de estar al lado de una persona que tomara eso en cuenta y además que me valorase como ser.
El llevarse bien en una relación y “amarse hasta la muerte” no es, en mi opinión, lo único que implica el “mirar juntos en una misma dirección”. Para mí, lo fundamental es que los roles dentro de la relación se complementen y que exista una ayuda entre pareja. Una situación así, en mi familia no se ha visto muy presente y es algo que anhelo profundamente que ocurra. Me refiero a que mi padre nunca ha colaborado en los quehaceres de nuestro hogar. Siempre ha sido mi madre la encargada del funcionamiento completo de la casa. Hace muy poco, conversando con mi madre, supe que mi padre sólo había ayudado cuando yo era pequeña. A medida que fueron naciendo mis hermanos, él solo se dedicó al trabajo. Mi madre también podría haberlo hecho, pero cuando iba a trabajar sentía un sentimiento de culpa al dejarnos con la niñera. Es por eso que cada vez fue trabajando menos y ahora prácticamente se encarga de nosotros.

Debo confesar que al pensar en nuestra situación, me veo muy afligida, ya que no veo ayuda alguna entre mis padres. Es algo muy complicado, porque en el fondo mi padre, que viaja a Santiago todos los días, no aprecia todo lo que hace mi madre, y mi madre “alega” que ella tiene que hacer todo. ¿Dónde queda la comprensión y ayuda entre pareja? En el fondo, ambos son sacrificados, pero ellos no buscan una solución al problema, y a veces hasta he llegado a pensar que en cualquier momento la relación se podría acabar.

Sin embargo, yo aún tengo la esperanza de que ellos se van a encontrar en algún momento, como la esperanza de encontrar yo a un hombre con el que pueda formar una relación, descrita unos párrafos atrás. Lo veo muy posible, ya que cada vez se ve más presente un cambio de roles al interior de la relación.

Este cambio es considerado por mí como algo positivo, ya que ha permitido que ambos géneros hayan descubierto mundos diferentes a los que estaban acostumbrados. Por un lado, el hombre descubre a su familia y al mundo afectivo de ella, colaborando en los quehaceres domésticos y haciéndose cargo de sus hijos. Por otro lado, la mujer descubre el mundo fuera de las puertas del hogar y la familia, lo que encuentro sumamente bueno, ya que las mujeres pueden aprender exactamente las mismas ocupaciones y formas de expresión que los hombres, como lo explica Margaret Mead, en su libro “Sexo y temperamento”, o Leonard Shlain en “El alfabeto contra la Diosa”, cuando menciona que la creación del hombre y la mujer es igual para ambos; a partir del polvo a su propia imagen y semejanza.

Los hijos han permitido en parte, que sus padres descubran este lado de la familia. Actualmente existe también la posibilidad de que los padres puedan adquirir un post-natal, muy corto, pero ha sido pensado para que el padre comparta un tiempo con el bebé y ayude a la madre en los primeros días después del nacimiento.

Para finalizar quisiera decir que se puede ver poco a poco cómo se ha ido logrando un equilibrio entre los roles al interior de pareja. Pienso que a futuro se llegará a un equilibrio más perfecto aún, pero somos las personas las que debemos luchar para conseguirlo. Propongo que las futuras parejas dejen de lado las diferencias de los géneros al momento de educar a sus hijos, para que ellos también continúen enseñando a sus progenitores. Que no se dejen envolver por las masas, que son en el fondo las causantes de los encasillamientos de las personas, en función de su sexo. Desde hace miles de años se empezó a ver una limitación de roles de los sexos. Las mujeres han tenido que luchar por conseguir un cambio, hasta que lo consiguieron y hoy tienen en parte los mismos derechos que los hombres. Aun así, muchas personas continúan concediéndole mucha importancia a la diferencia de los géneros en cuanto al desarrollo de un individuo. Por mi parte, espero que esto acabe pronto, ya que cada persona debería ser valorada por lo que es y no por una imagen que se concedió hace mucho tiempo.

Viéndolo de otro modo, pienso que no se puede comprender el presente sin antes haber estudiado nuestros principios, de lo contrario no podríamos entender por qué las cosas son como son ni tampoco sabríamos cómo defender nuestras opiniones sin tener una base o ejemplo de cómo surgieron.

Personalmente, pienso que la reconstrucción de los géneros me ha permitido tener una concepción más clara de la realidad y entender a qué se deben estas diferencias. Pretendo en mi vida futura luchar por mis derechos y dejar atrás las concepciones que se tienen de la imagen tradicional de los géneros, ya que la diferencia la hacen las personas y no su sexo.
Paula González Knop
IVº C 2007
Octubre de 2007

martes, 15 de enero de 2008

* ○ Lας Πάς¢αЯας ○*

"Como los comediantes llamados a escena se ponen una máscara para que no se vea el pudor en su rostro, así yo, a punto de subir a este teatro del mundo en el que hasta ahora sólo he sido espectador,
me adelanto enmáscarado."
(RENÉ DESCARTES)


Una actitud bastante común en el individuo del siglo XX, es la de cubrir su “yo” interior, dejando que su esencia quede en un segundo plano. Previo al siglo XVIII, las órdenes generales, cristianas o laicas, daban sentido a la identidad. Esto me lleva a pensar que antes, estas mismas predisponían al hombre a usar una máscara que lo asimilara a los demás. Es a partir del Romanticismo que el ser humano comienza a tener conciencia de sí mismo. Por lo tanto, es desde entonces que el individuo emplea caretas con una intención. ¿Con cuál? Y si la mayor parte de las personas lo hacen, ¿conoceremos alguna vez a alguien sin máscara alguna?

Esta interrogante es de mi interés y en realidad debería de importarnos a todos, ya que es nuestro ser el que está oculto tras un especie de muro, el que no nos permite diferenciarnos de los demás. Es por esta razón que decidí escribir este ensayo al respecto, basándome en el pasado con el fin de comprender nuestro presente y quizás hasta lo que nos depara nuestro futuro. Vemos claramente a comienzos de la Antigüedad Clásica, como Grecia, un gran exponente a futuro para el Occidente, aprovechó el uso de máscaras con un fin ceremonial. Tiempo después, los romanos utilizarían estas mismas en las comedias o el teatro, para representar varios caracteres en una misma obra. Éstos son sólo algunos de los tantos usos que se le dio a este objeto en el pasado, y con la finalidad de comprender mejor su función, creo que es de fundamental importancia aclarar su significado. ¿Qué es la máscara entonces?

Es una figura que representa un rostro humano, animal o puramente imaginario, con la que una persona puede cubrirse el rostro para no ser reconocida, tomar el aspecto de otra para participar de ciertas actividades escénicas, rituales u otras. Con esta definición clara y precisa podemos ver que no es completamente lejano el hecho de que cualquiera puede usar una careta y no sólo eso, sino que lo puede hacer cuando quiera y hasta cuando le plazca.

Con el fin de llegar a una conclusión con respecto a su función dentro de nuestra sociedad, es elemental observarnos a nosotros mismos y tratar de encontrar una razón posible al porque usar una mascareta. Tras leer distintas obras literarias de nuestra época encontré, por ejemplo, “Los Detectives Salvajes”, donde puedo observar en Juan García Madero, a un joven de 17 años que vive una vida inauténtica, ya que oculta sus deseos de estudiar Letras a sus tíos por temor a mostrar su verdadera identidad, encubierta tras esta pantalla de estudiante de leyes, la que no le queda para nada. Esta obra nos demuestra un primer uso, el TEMOR a ser descubierto no sólo por la sociedad, sino más bien por los seres queridos. Es un miedo a no ser aceptado tal cual uno es. El fin de ACEPTACIÓN es otra utilización que se le da a las caretas. La principal búsqueda de la juventud de hoy en día es la aprobación de los demás. Ello se ve nítidamente en las modas por ejemplo. Pero, ¿qué es una moda?

La moda es un conjunto de tendencias, generalmente reflejo de la sociedad en un momento determinado y que para muchos se transforma en un modelo a seguir. Bueno, ¿qué sucede si no perseguimos estos estilos? No seremos aceptados. Por lo tanto, un acceso fácil a la sociedad es seguir una determinada moda, aunque existe la posibilidad de que ésta no nos represente. Desgraciadamente la mayoría de los movimientos contraculturales se transformaron en una moda, no solo perdieron esencia, sino que también se convirtieron en herramienta o máscara de aceptación para los jóvenes y adultos.

Quizás esta búsqueda de aprobación de los demás no sólo sucede en el periodo adolescente, los adultos también sienten que deben encajar en un círculo predeterminado y muestran tener riquezas como caros y exclusivos autos, una casa grande y una infinidad de equipamientos electrónicos. Cuando en realidad, no tienen ni una gran fortuna ni nadie que los acepte por quienes son, sino por lo que tienen. Prefieren endeudarse para demostrarles a los otros que pertenecen a una “elite”. Y en este específico contexto, estas personas viven envueltos en apariencias engañosas. Otro inteligible uso que se le da a la careta es como método de PROTECCIÓN. ¿Protegerse de qué? De todos y de nosotros mismos, que no hacemos más que con o sin intención herir a la gente. Muchas veces dudamos de expresar nuestros sentimientos y ocultamos nuestras intimidades, porque desconfiamos de los demás. Y sin darnos cuenta nos ponemos una gran coraza que evita reflejar lo que realmente somos.
La gran problemática de utilizar esta máscara que esconde nuestra marca registrada, por así decirlo, es que existe la posibilidad de perdernos tanto en el fondo de este personaje, que posteriormente no sabremos quién habla, si nosotros, o este “actor” que se apoderó de nuestra vida. Pero un gran pensador y filósofo dijo una vez que la palabra “persona” en latín significaba lo mismo que prosopón en griego, es decir máscara. Planteaba que el ser humano era un personaje movido por el destino, pero que le tocaba representar un papel en escena. Este gran exponente es Nietzsche y presentó esta idea en su libro “Así habló Zarathustra”. Para Nietzsche, cada “actor” utilizaba distintas máscaras dependiendo de la escena que tuviera que realizar. Con esto se refería a que todo individuo ocupaba diversas caretas dependiendo de la situación en la que se encontrara. Lo que Nietzsche ofrece a los hombres del tiempo por venir, es el no poder menos que querer inventar otras máscaras, otras formas de ser individuos, creadoramente humanos.
Puedo corroborar el pensamiento de Nietzsche mediante el cuento Pelando a la Rocío de Sobredosis, con la joven Rocío, la que adquiría distintas personalidades y formas de actuar dependiendo de su entorno. Al comienzo era una joven “cuica” y muy conservadora (derechista), ya que se encontraba en un ambiente en que todos sus amigos y conocidos lo eran. Luego al surgir ciertos problemas económicos en su familia, se transforma en una persona que familiarizaba con izquierdistas a los que anteriormente “pelaba” junto a su círculo de amigos. Con este ejemplo compruebo lo que plantea Nietzsche y esto no sólo sucede en el caso de Rocío, también sucede en la actualidad con todas las personas que nos rodean. Estos se enmascaran para sentirse más a gusto y poder pertenecer a un grupo que los comprenda y que de algún modo los beneficie.
El número de máscaras es indefinido, cada quien usa la que mejor le venga, esta idea ha sido captada por una artista argentina, Kienmira Alkemira, la que expone en una instalación interactiva un sinnúmero de caretas creadas por ella. Esta exhibición artística permite al espectador asumir diferentes personalidades y roles mediante el uso de una máscara. Para ello la persona debe introducirse en cada uno de los nueve módulos y participar del juego al que es invitado que, más que ocultar el rostro real, pretende develar aspectos desconocidos de nuestra personalidad. Su arte nos muestra un lado positivo de las máscaras. Si estamos de acuerdo en que su uso a largo plazo puede provocar la pérdida de nuestra esencia, de igual forma es posible, que si le damos una utilización a corto término, podemos llegar a conocernos aun más. Sólo en caso de que estemos al tanto de que estamos usando una careta.

Vemos por ejemplo en la película “Play” de Alicia Scherson, a dos personajes Tristán y Cristina, los que están en busca del rol que jugaran en la ciudad (Santiago). Esta película nos demuestra que en nuestro siglo estamos expuestos a una serie de influencias, desde los videojuegos que jugamos hasta las culturas precolombinas de las que descendemos. Estos son solo algunos de los típicos aspectos que nos rigen y que caracterizan a la sociedad chilena, ambos ejemplos se ven reflejados en esta película. Estos aspectos develan las distintas caretas que puede adquirir una persona, como sucede en el caso de Cristina. Cada ser humano aprovechará la oportunidad de aferrarse a un nuevo personaje con el fin de SALIR DE LA RUTINA.
Pero, como dije anteriormente, mi gran interrogante respecto al tema es que si somos personajes dentro de una gran obra y usamos un sinnúmero de mascaretas, dependiendo solo del fin que le demos y de nuestra propia creación, ¿se mantiene nuestra esencia en el interior? ¿Seguimos siendo nosotros? Tras observar los distintos testimonios de caretas en nuestra sociedad, debo concluir que todos usamos máscaras diariamente. Con distintas funciones y formas dependiendo de quien la utilice. Con respecto a la interrogante, he comprendido que nadie pierde su esencia si tiene conciencia de que mientras esté usando una careta no es él quien se muestra, sino un carácter de su invención, quizás sea este tan sólo una parte del yo interior, pero no es el conjunto. Claramente al emplear máscaras en cualquier situación de nuestras vidas, queda en nosotros aunque sea la más mínima huella de nuestra esencia reflejada al exterior. Por lo tanto, no perdemos nuestra esencia mientras estemos al tanto de que utilizamos una máscara. Al no percatarnos del uso de una mascareta, es ahí donde dejamos de ser quien somos y un nuevo personaje se apodera de nuestro cuerpo y ser. He visto al comienzo este acto del hombre como una problemática y en realidad me he dado cuenta que es una forma de vida aceptable, solo hasta cierto punto, como he reiterado innumerables veces. Sólo es una problemática al observar a estas personas que desmienten en todo caso un uso de una careta, lo que es imposible porque todos lo hacemos. Cada careta es una parte de nuestro ser, y me temo que nunca podremos unir todas las máscaras utilizadas y finalmente poder observar el ser completo. La mayor parte de las personas desean mostrarse auténticas y únicas pero están insertos en una sociedad en la que todos utilizan máscaras. Está claro que hay personas que se dejan llevar por las masas y que no tienen ni voz ni voto y otras que se contraponen a estas aglomeraciones. Estas personas son auténticas al tener una propia opinión y al guiarse por lo que su corazón y su razón les dicte. Ello no quiere decir que estas personas no ocupen algún tipo de máscara, porque también lo hacen. Sólo que son máscaras fuera de lo común, que brillan y se destacan dentro de las masas. Pero que finalmente terminan siendo devoradas por el gran monstruo, nuestra propia sociedad.

A través de este ensayo he podido detectar dos vías, caminos u opciones para elegir que caretas utilizar. En primer lugar se encuentra este sendero que nos hace elegir de un centenar de caretas solo un par, las que mejor nos identifiquen. En cambio, la otra opción a elegir, es la de optar por una máscara sin pensar en consecuencias, sólo en el beneficio que me puede traer usarla dentro de mi entorno. ¿Qué opción sigo yo? ¿Perderme a mí misma y no encontrarme nunca más para solo triunfar en la vida? o ¿buscar lo que más se acerque a mi “ser” y por fin así encontrar mi propia felicidad siendo yo mismo? Desde mi punto de vista, ambas consiguen lo mismo, la única diferencia es que para algunos conocerse cada día más es encontrar la felicidad y para otros triunfar en el trabajo, en el círculo social, etc., es ser feliz. Depende de cada carácter de nuestra sociedad, cada quien decide lo que hace con su vida y que rol ocupa dentro de la sociedad. ¿Y TÚ? ¿Qué vía tomas?
Javiera Ávila, noviembre de 2006
IVº C, 2006

lunes, 14 de enero de 2008

DE LOS DERECHOS A LOS HECHOS

La mujer debe romper con una educación y con una cultura que la
hacen espectadora de la historia
que construyen los hombres.

Anónimo
Podemos afirmar que hay una nueva manera de ser mujer. Antiguamente las mujeres estábamos limitadas al hogar, nuestra mejor y mayor perspectiva de la vida era hacer un matrimonio feliz y la maternidad era la máxima realización de nuestro ser. No es que así lo hubiéramos querido como mujeres, pues cuando se vive en un sistema patriarcal, la socialización reparte los roles entre los varones y las mujeres y ubica a los varones en su papel productor y destina para ellos el espacio público y para las mujeres ha dejado el papel reproductor de la familia y el espacio doméstico.

Mas no quiero repetir qué papel cumplía la mujer en las épocas pasadas, sino mostrar, que aun pasado siglos, existen abusos e injusticias terribles entre los géneros.

Sin importar el sexo que tengamos, debiéramos ser imparciales y darnos cuenta de la desigualdad que existe hoy en nuestra sociedad. No me refiero a la desigualdad económica, sino a la que repercute mayoritariamente a la mujer. Es la estructuración en cuanto a la función de los sexos.

Es cierto que la mujer ha evolucionado en este último tiempo, y sin duda ha ganado un lugar en la sociedad. Pero ¿por qué si hemos evolucionado en tantos aspectos, no podemos cambiar en cosas tan simples e importantes como son el respeto al prójimo? El valorar a la otra persona tal cual es. Ser diferente no significa ser inferior, ni siquiera cuando a causa de la diferencia se es más débil en algo. En nuestra cultura es frecuente ver abuso por parte de padres, esposos y jefes hacia las mujeres. Pero qué autoridad tienen ellos de hacer esto. Es por eso que me es difícil entender como es que en una sociedad civilizada hayamos alcanzado el femicidio número 50 del año. No hay motivo ni derecho alguno para que un hombre pueda llegar a matar a una mujer. La frase “la maté porque era mía” no tiene validez alguna, nadie es dueño de nadie; quizás no nos damos cuenta, pero es impresionante ver como en una relación la mujer es considerada una posesión del hombre. Pero ¿por qué no podemos decir lo contrario? ¿De cuántas muertes más tendremos ser testigos para que algo que se ha transformado cotidiano en estos días como el femicidio se detenga? A pesar de que en el año 1975 la ONU se reúne por primera vez en una conferencia sobre la mujer y sus derechos, estamos aun insertos en una sociedad donde el hombre tiene un poder y privilegio mayor que la mujer.

En ese mismo año, fue promulgada la Ley de Viel, que consiste en que la mujer tiene derecho al aborto. Aunque personalmente no concuerdo con esta ley, cabe mencionar que nos manifiesta el avance que ha tenido la mujer respecto a sus necesidades y opinión. Nos demuestra que la mujer sí es dueña de si misma y de su cuerpo, por ende puede hacer lo que quiera con él. Existen tantas mujeres que han sido violadas y abusadas sexualmente y tienen que recurrir al aborto, ya que no hay apoyo del hombre, a veces ni siquiera de la propia pareja. No por ser las que tenemos al bebé debemos que encargarnos solas de su crianza y cuidado. Pero el aborto consta en matar a un ser vivo, a un ser indefenso que es creación propia y parte de la persona, entonces ¿acaso no sería esto algo muy parecido al femicido? Matar y además no tener respeto ante la otra persona. Estas faltas van más allá de la religión, educación y de la cultura en la que estamos inmersos; esto trasciende clases sociales y edades. Esto va en la persona, en la moral de cada uno, ya que nadie tiene el poder de obligar a matar.

Gracias a avances como esta ley, por ejemplo, surge una nueva filosofía llamada feminismo, que promueve la justicia social y reclama la desigualdad entre los sexos. Margaret Mead, propulsora de esta filosofía, hizo variadas investigaciones con culturas indígenas. Se dio cuenta que en cierto lugar ambos seres eran de temperamento bélico y en otra tribu las mujeres eran trabajadoras mientras los hombre se aseaban y arreglaban. Entonces vemos que tanto el hombre como la mujer son seres de la misma naturaleza solo que la sociedad determina su función. ¿Será muy difícil creer en una sociedad donde mayoritariamente la mujer ocupara cargos políticos y laborales y el hombre permaneciera en la casa ocupándose de las labores del hogar? Lo más probable es que para la mayoría de la gente sí. Espero que algún día este pensamiento cambie, sea justo y que ambos sexos sean vistos de igual manera ante la sociedad.

Las diferencias y discriminaciones laborales también se ven en interior de la familia. Ahora los matrimonios son mayoritariamente por amor, y no por conveniencia ni por acuerdo previo como solían ser tiempo atrás, donde la mujer se veía casi forzada y a veces obligada a dejar a su verdadero amor para casarse con otro. El estar en una relación amorosa con otra persona, además de amor, implica respeto, fidelidad y confianza. Como mujer quiero formar una familia, quiero tener un marido en el cual pueda confiar, que me respete y me ame. Alguien con quien tener hijos y vivir para el resto de mi vida. Pero es difícil poder estar segura de algo como esto, cómo no vamos a sentir miedo a que nos hagan daño, que nos sean infieles o que abusen de nosotras. El problema está en pasar a llevar los límites y la confianza de la otra persona. Yo no me considero quien para fallarle a mi pareja y engañarlo si él me ha sido fiel y leal siempre. Este problema ha existido siempre, lo vemos en tantos reyes que tuvieron aventuras y nunca fueron reveladas. Pero cuando la mujer le era infiel, ésta era criticada y condenada. Hoy vemos casi lo mismo, el hombre se da el derecho a estar con más de una mujer a la vez, y no me refiero a las religiones que practican la poligamia, sino acá en Chile, y cuando la mujer piensa en hacer algo así es mal visto, son llamadas cualquieras y discriminadas. Hoy puedo ver a niñas de mi edad, incluso menores, que no entienden lo importante que es el respeto y la valoración de una misma. Vemos también muchas violaciones, infidelidades y promiscuidad, pero el sexo no debe ser esto, debe ser un acto de amor, algo íntimo y entre dos. Estamos expuestos a tanta falta de dignidad, programas en la televisión y videos en Internet, donde se revelan situaciones que no deberían ser mostradas a público ya que son un insulto a la persona. Vemos como jóvenes sobrepasan los derechos de otros y los llevan a cometer actos vergonzosos y groseros.

Este dilema de favoritismo hacia el hombre se puede relacionar con el texto “El Alfabeto contra la Diosa”, que propone que el hombre se asemeja a la escritura y la mujer a las imágenes, y debido a la educación, que por medio de la escritura y lectura, se dirige a una visión de sociedad patriarcal. Ésta es una idea válida respecto al origen del enfoque que se tiene hoy de nuestra sociedad. Aun así yo confío en que ésta percepción cambie, que no haya más injusticias ni con el sexo femenino ni masculino. Eso es lo que quiero demostrar con mi dibujo, que la mujer y el hombre puedan llegar a vivir juntos en armonía. En el cuadro vemos que la mujer es muy parecida al hombre, con eso trato de demostrar que somos el mismo ser y merecemos el mismo respeto. Aun así la mujer refleja tristeza y angustia, con lo que quiero reflejar a muchas mujeres latinoamericanas que son maltratadas por sus maridos o parejas. Es por es que no me gustaría ver a más mujeres que mueren en manos de hombres pervertidos, ni más madres solteras que tiene que cargar con el peso de mantener a una familia. Quiero hacer un llamado a la convivencia, equidad, fortalecimiento de los vínculos afectivos, a reconocernos en medio de las diferencias y darnos cuentas que nuestros sexos son complementarios. Espero que como mujeres sigamos luchando por la justicia, que el querer salir adelante y alcanzar la igualdad sea un fin cercano. Que los derechos que ya logramos instaurar en nuestra sociedad, se vuelvan hechos.
Javiera Riquelme
IVº C 2007
Noviembre de 2007

sábado, 12 de enero de 2008

MORIR POR PENSAR DIFERENTE

“Vuelvo a casa vuelvo compañera,
vuelvo a renacer amado pueblo,
vuelvo a vivir en mi país”

“Vuelvo” Illapu

“Morir por pensar diferente”. Ese es el título que se me vino a la mente para el siguiente ensayo. Después de haber trabajado un tema como la guerra durante el siglo XX, empecé a pensar en el tema “actual”, donde yo tuviera una opinión formada también, que iba a trabajar. Muchas ideas me pasaron por la mente pero finalmente comprendí que en toda guerra se ve siempre lo mismo. Ya sea esta una guerra civil, una ideológica o una entre dos superpotencias a nivel mundial, siempre tienen algo en común. A lo que me refiero con esto es que lo que una guerra siempre deja, aparte de la destrucción, es pobreza, orfandad, donde niños y familias pierden a uno o varios de sus seres queridos.

El tema central de este ensayo será el por qué gente que no ve en la violencia el camino de salida, es perseguida y encerrada, privada de sus derechos naturales y esenciales y es torturada, en algunos casos hasta la muerte. Sin embargo el enfoque que quiero dar no es político, mi idea no es buscar al culpable o algo por el estilo, sino más bien dar conocer quizá los temores, los problemas que quedan en estas personas que han sufrido la persecución política. Como es que un joven de quizás mi edad, es exiliado del país y tiene que empezar una vida solo en otro país, sin el apoyo de su familia, amigos, “polola”. ¿Cómo se adapta a otro tipo de vida?, ¿cómo surge?, ¿quedan síntomas o rastros de las torturas? Pretendo lograr con este ensayo que se vea una realidad que normalmente uno no se pregunta. Y finalmente lo que quiero demostrar es mi punto de vista y mi opinión acerca de esto, y que es lo que significa para mí.
Más que nada, haré alusión a lo que sucedió en Chile durante el régimen militar. En los años comprendidos entre 1973 y 1991, se dio en Chile un suceso muy extraño. Ciudadanos de este mismo país no tenían permitido el ingreso. Hasta que finalmente el año 1991 se dio el permiso a los últimos exiliados para que pudiesen ingresar al país.

Desde el año 73 en adelante, se rompe la constitucionalidad de Chile y se somete al país a una brutal dictadura, al mando del entonces comandante en jefe del ejército de Chile Augusto Pinochet. Él toma el poder un 11 de septiembre (1973), luego de bombardear la casa de gobierno, La Moneda, donde estaba el entonces presidente democráticamente electo por la ciudadanía, Salvador Allende, quien al no encontrar otra salida prefiere suicidarse que morir a manos de un dictador.

Después de tomar el poder por la fuerza empieza en Chile un periodo de represión en el cual el ciudadano común y corriente ya no puede expresar sus ideas con libertad. Un periodo en el cual la sociedad está con toque de queda y donde eres perseguido sólo por pensar diferente.
1973 un año marcado por la tragedia. Es este mismo año donde muere el famoso poeta y premio Nóbel de Literatura Pablo Neruda. Él fue una de las voces más altas de la poesía mundial. Él, errante y clandestino al redactar este poema, le canta en su poema “Canto General” a sus compatriotas anónimos y a la fraternidad con los humildes y oprimidos. Es por esto que “Canto General” se convierte en una de las obras maestras de Neruda y de la literatura de la lengua española.

Neruda muere el 23 de septiembre en Isla Negra, en medio de la tragedia que ha cubierto a Chile y mientras los golpistas queman y destruyen sus libros, saquean La Chascona y La Sebastiana y torturan y asesinan a sus amigos.

Bajo torturas mataron al cantautor nacional Víctor Jara, quien con sus canciones daba a conocer la injusticia social, proponía un mundo justo donde todos tuvieran cabida y por sus canciones fue torturado hasta la muerte. Es con cantautores como éste que encontramos en nuestra rica música chilena, canciones como por ejemplo “Vuelvo” de Illapu en la cual se demuestra el claro sentimiento que sienten la mayoría de los exiliados políticos al recibir la orden en la cual se les permite la entrada al país nuevamente. Vuelve a su tierra natal, con sus compañeros nuevamente, pero lo más importante como lo dice la canción: “vuelvo a vivir a mi país”.

El golpe de estado en Chile afectó a toda la sociedad transversalmente. Muchas familias sufrieron la muerte, la tortura y el exilio. La mía no es una excepción.

Si yo nací en Bremen no es casualidad. Mi padre con 16 años de edad fue tomado prisionero, torturado, estuvo desaparecido durante meses y finalmente fue expulsado del país con 19 años de edad. ¿Podía un joven de 16 años ser peligroso para el país por pensar diferente? ¿Por querer una sociedad mejor para todos, con igualdad?

Esas preguntas me vienen a la mente una y otra vez.

Una vez en Alemania, él pudo plasmar las experiencias vividas bajo torturas y encierro en diferentes libros como “Diasporero”, “Habitar Fronteras” y “Bitácora”. En estos libros escritos en prosa, mi padre hace un recorrido por la historia desde el 73 en Chile, luego el exilio en Alemania y así puedo darme cuenta de dónde provengo y cómo esta realidad familiar es semejante a tantas otras que vivieron lo mismo y tan diferente a la realidad de los que nunca salieron del país y tuvieron que enfrentar día a día la oscuridad de una dictadura brutal.

Pienso en esas familias que no tuvieron la “suerte” como la mía de sobrevivir a todo esto, sino que hasta el día de hoy buscan una respuesta a la desaparición de sus seres queridos. Una y otra vez me cuestiono qué es lo que sentirán estas personas y cuál fue el error de esas personas que desaparecieron y fueron torturadas. ¿Sólo el hecho de pensar diferente a al régimen que tomo el poder?

El sentimiento de ser expulsado del país lo vivieron muchas personas, en su mayoría músicos, literatos, verdaderos intelectuales, como también gente común y corriente que simplemente se atrevía a expresar sus ideas. Entre los músicos exiliados del país tenemos que destacar la labor de “Los Jaivas”, quienes tras su exilio en París, expusieron, a través de la música, de sus líricas y su ritmo, la cultura chilena y el periodo que se estaba viviendo en Chile.

Luego del paso del tiempo empecé a entender las raíces de mi familia, comprendí el por qué de mi nacimiento en Alemania, me di cuenta de lo rico como persona que me hacía el hecho de haber vivido en el extranjero y muchas cosas más. Entendí que lo importante es tener un pensamiento propio, y no dejarse influenciar por las masas. Sin embargo lo que más me marcó, sin duda, fue el hecho de que a sus cortos 16 años mi padre haya sido torturado y haya estado desaparecido. En el momento que supe eso, que justamente también fue a mis 16 años de edad, comprendí la importancia de la vida y comencé a mirar todas las cosas de manera distinta.

Tengo que admitir que el hecho de haber escrito este ensayo confesional me ha hecho plasmar en palabras algo que nunca había expresado antes. Historias que pensé solo quedarían dentro de mi familia, pero que sin embargo hoy en día me siento con la madurez suficiente como para darlas a conocer.

Muchas son las historias que he escuchado acerca de este tema. La mayoría de las veces están siempre cargadas hacia un solo pensamiento político. Pero lo que más rescato es la filosofía de vida que aprendí gracias a esto. Fue una enseñanza de mi padre que me quiso inculcar: ser un libre pensador por al vida. No cometer los mismos errores que él cometió. Nunca irse a un extremo, da lo mismo cuál sea, ya que los extremismos siempre llevan a fin negativo. Poniendo el ejemplo de las dictaduras tenemos tanto las fascistas, como las comunistas.

Sin embrago, no importa la ideología, ninguna de las dos perdura, ya que los extremos no llevan a un buen fin. La gran diferencia entre las dictaduras comunistas y facista, es que la fascista muere junto con el dictador, mientras que la comunista queda en el pueblo. Así es como lo explicaba en un libro que leí. Por eso con una filosofía librepensadora, pretendo no atarme a ningún tipo de religión ni ideología, sino que siempre tener mi propio punto de vista, y mi propia opinión que no sea influenciada por la masa.

Según mi punto de vista lo fundamental de este trabajo es la reflexión que uno puede hacer consigo mismo para así después escribir sus pensamientos mas profundos, sus opiniones y finalmente aclarar que no solo somos unas cáscaras vacías, sin opinión, ni sentimientos. Sino que somos personas completamente integras, a nuestros 18 años, con una gran capacidad de crítica y opinión, que sin importar la diferencia de pensamientos, creencias o religiones vamos a discriminar a otro. Después de haber estudiado más de 12 años en el colegio, puedo finalmente decir que es un colegio muy rico en experiencias. Hay una gran diversidad cultural, que no se ve en otros colegios particulares de al V región. Esto lleva a al encuentro entre alumnos que vienen de distintas realidades, los que mayoritariamente influenciados por los pensamientos de sus familias, empiezan poco a poco su opinión que es completamente valida para todo el mundo. Esto da al alumno una visión más amplia, en donde no hay represión y cada uno es libre de decir lo que piensa.
Finalmente cabe destacar también lo que significa para los alumnos el proyecto humanidades. Esto es fundamental para el desarrollo de aptitudes básicas para nosotros los alumnos, tales como la capacidad de crítica, la comprensión de lectura y el trabajo en equipo.

Espero, a través de este ensayo, no haber molestado a ninguna persona que lo lea. Lo único que quise hacer y para lo que me sirvió, fue para poder expresar y plasmar en el papel cosas e ideas que nunca antes hubiese plasmado en papel.

Gracias.
Normán Cortés Ramírez
Noviembre de 2006