El Teocentrismo en la Literatura y Filosofía del Medioevo,
el factor determinante
En la literatura medieval, período de la historia universal que se extiende por mil años aproximadamente, desde el siglo V d.C., hasta el siglo XV d.C., el vínculo de la filosofía y la literatura fue Dios. Algunos de los textos literarios, como “El Cid” y “Los Siete Infantes de Lara”, fueron vistos desde un punto de vista Teocéntrico, al que los filósofos de la época recurrían. Dios, fue el que mediante la iglesia fue difundido, en un principio de forma oral y luego de manera escrita. Puesto que la forma de alcanzar la fama en la Edad Media era quedar plasmado en papel, fue que la literatura logró su expansión a tal punto, que hoy se recuerda a Jorge Manrique y a su padre. Al entender que la literatura fue una forma de dar fama, o de divulgarse, queda expuesto un camino para los filósofos medievales, para mediante ésta, llegar a difundir el mensaje de Dios. Para comprender cómo la verdad enseñada por la iglesia y la bondad de Dios fueron quedando hasta el día de hoy, se debe hacer un análisis, entre alguna de las principales obras literarias y filosóficas.
Para comenzar, a grandes rasgos la verdad es encontrada en la literatura como la guerra santa o la lucha contra los moros. Filosóficamente está en Dios, punto principal de conexión entre filosofía y literatura. Para el hombre, la verdad está en la fe, la fe que se tiene en Dios, cuando en “Los siete Infantes de Lara”, los siete hijos de Gonzalo Gustios pelean contra ejércitos de moros por su fe. Ésto queda explícitamente dicho en: “Murieron allí más de mil moros; de los cristianos no quedaron más que los siete infantes. Cuando éstos, vieron que no había más que vencer o morir, encomendáronse a Dios y al Apóstol Santiago, arremetieron contra los moros con tanto ímpetu, que mataron a muchos e infundieron temor a todos los demás…” (Los Siete Infantes de Lara, Anónimo, pág. 11). Aquí queda demostrado que los siete infantes pelearon con fe, y encomendándose a Dios, que desde el punto de vista filosófico, es la única verdad. La verdad, se encuentra en el alma, y mediante el alma, se llega a Dios, siendo ésta la que contiene las únicas verdades que podría llegar a comprender el ser humano. Pero, según la filosofía medieval, la razón y la fe, debían ir juntas para encontrar verdades. Esto queda explícito en: “La Teología como Ciencia <
En el ya mencionado texto ”Poema de Mío Cid” se ve representado una de las características mas usadas en los textos literarios y filosóficos, que hablan de la bondad del Cid, o de la bondad de Dios, la cual puede ser terrenal, o representar el perdón para acceder al cielo, o perdón de los pecados. Un ejemplo claro es el de “El Niño Judío”, en “Los Milagros de Nuestra Señora” de Gonzalo Berceo. Trata de un niño judío, que después de ir a misa, llega a su casa y su padre lo trata de quemar, “Pero el fuego, aunque bravo, fue favorable al niño. No le hizo el menor daño. Lo trató con benignidad. Salió, el pequeño, muy gentil de la hoguera. Hizo un gran milagro el Rey omnipotente”(Los Milagros de Nuestra Señora, pág.11, Gonzalo de Berceo). Ahí queda demostrado que el Dios castigador y omnipotente puede ser bondadoso y perdonar al hereje. Volviendo a la bondad expuesta en el “Mío Cid”, el Cid, luego de que este se da cuenta de que los Infantes de Carrión solo estaban engañando a sus hijas y que estos son solo malos caballeros los desafía a duelo, luego de ser vencidos el les perdona la vida mostrando misericordia y bondad. “¡Por Dios, no lo matéis! Vencido está la lid; ¡se acabó! Y los jueces dijeron: -Lo hemos oído. El buen Rey Alfonso mandó a despejar el campo; el tomo para si las armas que allí quedaron. Con honor parten las del buen Campeador”. ( Poema del Mío Cid, pág. 109-110, Anónimo).Aquí se demuestra que el Cid es bondadoso, ya que al entrar para demostrar que quería recuperar la honra de sus hijos, debería haber matado a los infantes de Carrión, pero los dejó vivir. Además existen grandes ofrendas del Cid, como cuando le manda a su rey cien caballos ensillados y con frenos. Esto también es filosóficamente bueno, ya que la vida terrena, según la iglesia es para dar, ya que los bienes materiales no sirven de nada, puesto a que la muerte iguala a todos. Se explica en el “Coplas a la Muerte de su Padre”. En la filosofía, la bondad sólo puede ser encontrada con la verdad que está en Dios, “la búsqueda va del exterior a lo interior; en ella se realiza el descubrimiento de verdades, reglas o razones eternas” (San Agustín de Hipona, pág. 114). Aquí se explica que la verdad sirve para encontrar la bondad, ya que lo verdadero es bueno, y lo bueno es buscado siendo esto más fácil de encontrar que lo malo.
En conclusión, las obras como “El Cid” y “Los Siete Infantes de Lara” se guían a grandes rasgos por la verdad y la bondad, ya que ser bueno conlleva a ser verdadero porque los textos hablan sobre la lucha por una fe que simboliza la búsqueda de lo verdadero, que es Dios. Además, para ser en vida bueno, se debe perdonar, cosa que queda clara con el ejemplo ya dado de “El Cid”. Lo cual demuestra que la filosofía en los textos de San Agustín de Hipona y los textos literarios se relacionan por la búsqueda de Dios y la salvación o el perdón.
Raimundo Sarmiento Iº C,
26/09/2007