viernes, 9 de mayo de 2008

¿Tiene el Ser Humano la necesidad de creer?

Religión y espiritualidad, un sinfín de interrogantes.
“Somos aquello en lo que creemos”.
Wayne W. Dyer

“La uniformidad es la muerte; la diversidad es la vida”.
Mijaíl Bakunin

“¿Es el hombre sólo un fallo de Dios,
o Dios sólo un fallo del hombre?”.
Friedrich Nietzsche


Respetable Dios “todopoderoso”:

Me gustaría confesarte que tengo algunas dudas que espero ir respondiéndome en las posteriores líneas de esta carta. No estoy seguro que ésta tenga destinatario, realmente lo dudo. Por tanto, tampoco espero una respuesta. A través de ésta, te explicaré realmente lo que a mí me sucede, tomando en cuenta la realidad que me ha tocado vivir y las potenciales influencias que podría tener. Además de las problemáticas que nacen -entorno a la espiritualidad- desde mi mente y corazón. Tengo un fuerte cuestionamiento que me gustaría compartir contigo, si es que te parece prudente: ¿Tiene el Ser Humano la necesidad de creer? ¿Es lo “establecido” en lo que la persona debe creer? ¿Existe Dios, como popularmente es definido? En el mundo, como también en Latinoamérica, más específicamente en Chile existe una gran diversidad de creencias, obviaré su enumeración. Por tanto, una gama de “opciones para creer” y sentirse satisfecho con alguna de ellas, sin embargo, con ninguna de ellas comparto completamente. Mi intención es reflexionar sobre si tengo la necesidad de creer o no, sin importar si es en algún tipo de religión comúnmente aceptada o no. Te explicaré las preguntas que vayan surgiéndome sobre el tema y sus derivados.

Para comenzar quiero señalarte, que no me considero de ninguna religión específica, sino que creo tener un sincretismo de varias de ellas. Mi forma de pensar hace que ninguna, de las por mí conocidas, sea totalmente de mi gusto, tampoco algún movimiento o secta existente. Luego de haber leído y escuchado de diversas fuentes de información y medios de expresión, además de notar cómo se comporta la gente, que en su mayoría concurre a las iglesias católicas en mi país, he logrado darme cuenta que la sociedad chilena –mi realidad- ha sido señalada como un pueblo católico, o bien cristiano, y por eso también creyente. No obstante, yo disconforme con esta opinión, pienso y defiendo que, a pesar de que yo no soy católico, sí me considero creyente. De igual modo, creo que tú (con el debido respeto que mereces) no eres el único responsable de “el creer”. Normalmente al momento de decir creer, refiriéndonos a un contexto de religión y espiritualidad, se viene a la mente tu “imagen”, pero pienso que esta idea de creer abarca mucho más. Según mis reflexiones todo Ser Humano es creyente. Mi consideración me dice que ateos, agnósticos y obviamente todos los pertenecientes a las religiones convencionales son creyentes. Para mí no existe persona que no crea, hasta los nihilistas creen: en la nada.

Encaminándonos al punto principal de mi carta, me quiero referir a la necesidad o no del Ser Humano de creer. Según mi parecer, a la persona en ningún momento se le impone la necesidad de creer, por lo tanto defiendo la postura de que no es algo necesario, sino más bien es algo natural. Para mí la espiritualidad es algo muchísimo más personal que la religión. Yo no me considero una persona religiosa, ni ahora ni nunca durante mis años de vida, pero sí me siento una persona espiritual. No soy alguien que crea en ti, discúlpame. Tampoco niego con total seguridad tu existencia, para mí no eres de real influencia, por lo que me considero agnóstico en ese sentido. Sin embargo, sí creo en el interior de mi persona, por tanto, si tu representas mi “energía” interior, podría considerarme como uno de tus creyentes. Como tengo este pensamiento podría considerarme budista o rasta, ya que son religiones que sus seguidores tienden a la creencia en sí mismos. También creo en el Ser Humano, lo que podría referirse al “amor al prójimo” predicado por los católicos, por lo que ¿podría considerarme también católico? Yo niego un papel directamente activo de algún tipo de deidad -tal como tú eres definido, si es que existieses- en la liberación del individuo, por lo que podría definirme como ateo. No creo en tu intervención dentro de mi vida, ni en tu omnipotencia y dudo sobre tu existencia. Es por ello, que me refiero de tú: relacionándonos de igual a igual (sin la idea de compararme contigo, sino que simplemente no confío en tu superioridad). Éstos son sólo algunos de mis pensamientos sobre espiritualidad, es posible notar que sí tengo creencias, a pesar que no crea en tu existencia. Para una persona regida o creyente en los dogmas establecidos por alguna religión pueden, mis creencias, hasta llegan a ser contradictorias, pero en mí conviven en total armonía. Comparto varios conceptos con algunas religiones, al igual que algunas definiciones de movimientos tales como: ateos y agnósticos, pero ninguna de las posturas que conozco las acepto completamente, por lo que notarás que soy una persona donde confluyen gran cantidad de ideas, pertenecientes a grupos totalmente distintos (como son católicos y ateos). No obstante, no me molesta que así sea, porque me siento bien pensando lo que pienso y creyendo en lo que creo.

Conozco mucha gente que cree en tu existencia y te defiende en todo momento, también gente que te niega, gente que odia la Iglesia Católica –a pesar de considerarse católica-, gente que cree en sí mismos –sin por qué ser seguidor de las religiones filosóficas-, gente que a pesar de “amar al prójimo” (como debería un cristiano-católico) hace daño a otras personas, o bien es capaz de odiar a otro Ser Humano, gente que a pesar de considerarse partidario de la Iglesia Católica no hace exactamente lo que en ella se predica y así muchos tipos de gente que conforman mi realidad chileno-latinoamericana. Todas estas personas conforman nuestra sociedad, mi posible influencia o tal vez repudio, mas existen. Todos y cada uno de ellos creen en algo, teniendo también su pleno derecho y posibilidad de optar por lo que ellos estimen mejor para sí mismos. Nadie los puede privar de ese poder de elección que tienen.

Volviendo al ámbito personal, siempre me he cuestionado tu existencia, además de muchas otras cosas. Para mí, tu existencia no tiene mayor trascendencia, porque no tienes mayor influencia en mi pensar y en mi vida, hasta me da miedo afirmar esto, porque muchas veces he escuchado “Dios castiga, pero no a palos” y quizás el negar tu existencia o no darle mucha importancia, podría tener repercusiones en mi vida en algún futuro; pero como no creo en tu existencia (tampoco la rechazo de raíz), no sé lo que podría suceder. Tengo la idea de que no existes, porque no me explico cómo alguien como Dios (definido como todopoderoso, capaz de hacer y deshacer todo) permite que mucha gente muera, que mucha gente sufra, que en el mundo haya gente que abuse de otra, que entre los Seres Humanos se peleen y se dañen, que exista las malas intenciones y sí podrán contestarme y argumentarme, mas no entenderé. He escuchado muchas veces la idea de que tú sólo nos creaste y que nosotros nos encontramos en libre albedrío, entonces ¿por qué, supuestamente, tienes influencia sobre el Ser Humano? Tal vez me respondan que las guerras son producto del Ser Humano, yo ahí me preguntaré si el Ser Humano se creó sólo, porque según lo que las religiones tradicionales difunden y lo que la sociedad me ha intentado de establecer, es que tú creaste el mundo y con él, al Ser Humano. Después de este análisis, podrían seguir interponiéndome muchas otras refutaciones, pero finalmente yo pienso: Dios como ente todopoderoso -como se conoce popularmente- cómo no podrá detener la hambruna, la guerra y todo el mal que se encuentra en el mundo. ¿Es correcto para ti que el Ser Humano sufra? Mi mente no comprende. La polla records en su canción Dios, describe de buena forma lo que intento describirte, ojalá tengas la oportunidad para escucharla y darte cuenta Dios que si fueses omnipotente como mucha gente cree, es hora de que actúes; pienso que es necesario que lo hagas, el Ser Humano está errado en muchos aspectos. No encuentro que sea necesario esperar la muerte para llegar al paraíso, como postulan los católicos. Tampoco creo que sea imprescindible que el Ser Humano deba sufrir y vivir la tristeza para darse cuenta de las cosas bellas y bondadosas que es capaz de hacer. No le encuentro utilidad que debamos ver cómo gente muere de hambre, sin tener opción a contrarrestar su situación, para darnos cuenta de lo hermoso que es tener comida, o cómo existe mucha gente que pasa frío en las noches, debido a que no tienen casa tal vez culpa de la poca solidaridad del Hombre ¿por ti creado o no?. Tiendo a pensar que hay otras formas de poder mejorar nuestro estilo de vida, otros modos para darnos cuenta de las cosas magníficas que nos da la vida sin tener la obligación de ver cómo mucha gente sufre de diversos tipos de escasez durante sus vidas. Me ha tocado estar con gente en la calle, que no tiene para comer, aquí el mundo se rige por el dinero y eso es lo que ellos no tienen y simplemente por esa razón no tienen la posibilidad de vivir tranquilos como sí muchos de nosotros podemos hacerlo. Es esa gente, la que en su mayoría confía en ti; en que tú seas capaz de salvarlos y brindarles mayores alegrías.

Desviándome a una de las ramas del tema, he llegado a pensar que nuestro sistema político es una analogía de las creencias chilenas, por lo menos las de la mayoría. Debido a que somos un pueblo catalogado como católico, como te señalé anteriormente, tenemos posiblemente este sistema presidencialista. El presidente podría ser la interpretación de Jesús –un estilo de profeta-, los ministros serían un tipo de apóstoles, que difunden los ideales del profeta; algo muy semejante a lo sucedido en las historias descritas en la Biblia. No me parece una mala alternativa que así fuese, simplemente no logro entender por qué, a pesar de que los católicos predican el amor al prójimo, existe en nuestro país tanta discriminación, tanta intolerancia, tantas desigualdades, que lo único que terminan provocando es odio. Quizá no es adecuado referirme a esta analogía contigo, sí necesario, para que te des cuenta, que muchos –tal como yo- desacreditamos tu real influencia y hasta de tu existencia. El Ser Humano es libre por sobre todas las cosas, pero lo que no entiendo entonces para qué hay gente que postula tu existencia. ¿Existe la posibilidad que intervengas en nuestra realidad o es sólo una cuestión de fe? Tomando en cuenta lo dicho recientemente, quiero explicarte de manera más explícita del por qué te señalo esto. Lo hago simplemente, porque quiero que te des cuenta que la espiritualidad es llevada a un campo mucho más concreto de lo que se tiende a pensar.

Es a través de esta carta que espero que hayas entendido, si es que ahí estás, de que pienso que a igual que toda persona, soy un ser creyente –a pesar de negar las religiones y no asegurar que ahí estés-, porque soy humano. Mi pensar defiende la idea de que no es algo impuesto la necesidad de creer, porque para mí es algo innato, al momento de ser innato se vuelve natural y siendo natural, se vuelve innecesario, porque ya existe en el Ser Humano desde que éste vive. De este modo, pienso que cualquier persona: sea seguidora del cientificismo, racionalismo, ateísmo, catolicismo, protestantismo, rastafarismo, budismo, judaísmo o cualquier creencia que ésta haya elegido, cree. Es así como todo creyente debería tener derecho a participar de forma activa dentro de nuestra sociedad, no sólo a través del voto, sino que quizás más allá; la conformación de un nuevo sistema político-económico sería una solución. Te señalé que tenemos un sistema presidencialista, con lo que se ve representada la interpretación espiritual sólo de los cristianos, dejando de lado a una parte importante de la sociedad chilena, que posiblemente se siente excluida, como a mí me sucede. Te contaré que mi espiritualidad la he llegado a considerar como el sabor de una receta de carne de soya –siendo la carne de soya mi espiritualidad-, donde a pesar de que la soya es de mayor tamaño en la preparación es la de menor sabor. Se debe mojar, esperar y luego estrujar. Aquí el agua representa la sociedad chileno-latinoamericana y su creencia mayoritaria de la existencia de Dios. Al momento de ser estrujada se va prácticamente todo el agua no obstante, siempre queda un poco, demostrando así la influencia que “no me permite” negar de raíz tu existencia dejando espacio a la duda de ésta. Luego le hechas los condimentos, a libre elección, que representan los conceptos tomados por mí de cada religión o movimiento espiritual, son los que le dan realmente el sabor a la comida –a mi espiritualidad-. Así se conforma mi espiritualidad y el listado de creencias que son representados con el plato final. La carne de soya luego de estar preparada debe, normalmente, ser acompañada. Podría ser con arroz representando mi ideología político-económica y de esta forma el plato –o bien yo- estaría completamente listo, dentro de lo que pensamientos y creencias se refiere. Te recomiendo este plato, confluyen en él diversos sabores, que podrían hacer de nuestra sociedad algo mejor, a través del cambio de espiritualidad de ella.

Dios espero no haberte confundido, ojalá sigas creyendo en tu existencia, porque es opción de cada uno el en qué creer, yo elegí este camino y es con el que me siento satisfecho. Insisto que el creer pertenece a todos –es natural y que nos acompaña durante la vida- y van más allá de las religiones o de la afirmación a tu existencia. Son más que una “simple” satisfacción espiritual e interior, son conceptos y estilos de vida que se llevan a lo concreto y que nos tienen como estamos. ¿Bien o mal? Analízalo tú mismo.

Javier Molina J.IVºC
Viña del Mar, sábado 20 de octubre 2007