jueves, 17 de enero de 2008

LA RECONSTRUCCIÓN DE LOS GÉNEROS: ¿UN CAMBIO POSITIVO O NEGATIVO?

“Amar no es mirarse el uno al otro;
es mirar juntos en la misma dirección.”
Antoine de Saint-Exupery

Actualmente se puede comprobar una reconstrucción de los géneros en variados ámbitos de la vida, tales como en el trabajo, en el hogar o en la relación de pareja. Esta última reestructuración ha permitido al hombre y a la mujer, descubrir un nuevo mundo; a él uno familiar y a ella uno laboral. A la vez, ha comprometido que ambos puedan expresar libremente sus sentimientos y emociones. ¿De qué manera han influido en mi visión de la realidad estos cambios de roles entre la relación de pareja? ¿En qué forma me afectarán como mujer chilena-latinoamericana en mi futuro?

Primero que todo, quiero referirme a la imagen tradicional que se tiene del hombre y la mujer dentro de la relación de pareja. El hombre siempre se ha visto como un ser fuerte y rudo, mientras que la mujer más sensible y sumisa. Estas características han inducido, en mi opinión, a que el hombre crea que es superior a la mujer y adquiera también un tanto de dominancia dentro de la relación. ¿Pero por qué ciertas mujeres no hacen nada al respecto cuando no están de acuerdo con el comportamiento de su pareja? Quisiera fundamentar mi respuesta con una experiencia propia, pero la verdad es que mi única verdadera relación que tengo con un hombre, es la de padre e hija. Aun así, considero que las mujeres en esos casos, sienten que le deben una “obediencia” al hombre, por ser ellos los considerados como “pilar fundamental” en la familia.

Esas ideas arcaicas han influido mucho en el desarrollo de los géneros, limitando los roles de cada uno dentro de la relación de pareja como también de la familia. A pesar de observar un cambio, al que me referiré un poco más adelante, me da miedo pensar que el hombre de Latinoamérica siga creyendo en una relación, donde él sea quien “mantiene” a su pareja o familia, y sea la mujer la encargada de las labores domésticas, como lo plantea Phillippe Aries en “Historia de la Vida Privada”. Lo que busco en una relación es ayuda mutua y complementaria entre pareja. A futuro, deseo encontrar a alguien que piense lo mismo que yo; que las labores domésticas y la crianza de los hijos son deberes de ambos. En el fondo, ése es un significado válido para mí de una relación de pareja, y me sentiría digna de estar al lado de una persona que tomara eso en cuenta y además que me valorase como ser.
El llevarse bien en una relación y “amarse hasta la muerte” no es, en mi opinión, lo único que implica el “mirar juntos en una misma dirección”. Para mí, lo fundamental es que los roles dentro de la relación se complementen y que exista una ayuda entre pareja. Una situación así, en mi familia no se ha visto muy presente y es algo que anhelo profundamente que ocurra. Me refiero a que mi padre nunca ha colaborado en los quehaceres de nuestro hogar. Siempre ha sido mi madre la encargada del funcionamiento completo de la casa. Hace muy poco, conversando con mi madre, supe que mi padre sólo había ayudado cuando yo era pequeña. A medida que fueron naciendo mis hermanos, él solo se dedicó al trabajo. Mi madre también podría haberlo hecho, pero cuando iba a trabajar sentía un sentimiento de culpa al dejarnos con la niñera. Es por eso que cada vez fue trabajando menos y ahora prácticamente se encarga de nosotros.

Debo confesar que al pensar en nuestra situación, me veo muy afligida, ya que no veo ayuda alguna entre mis padres. Es algo muy complicado, porque en el fondo mi padre, que viaja a Santiago todos los días, no aprecia todo lo que hace mi madre, y mi madre “alega” que ella tiene que hacer todo. ¿Dónde queda la comprensión y ayuda entre pareja? En el fondo, ambos son sacrificados, pero ellos no buscan una solución al problema, y a veces hasta he llegado a pensar que en cualquier momento la relación se podría acabar.

Sin embargo, yo aún tengo la esperanza de que ellos se van a encontrar en algún momento, como la esperanza de encontrar yo a un hombre con el que pueda formar una relación, descrita unos párrafos atrás. Lo veo muy posible, ya que cada vez se ve más presente un cambio de roles al interior de la relación.

Este cambio es considerado por mí como algo positivo, ya que ha permitido que ambos géneros hayan descubierto mundos diferentes a los que estaban acostumbrados. Por un lado, el hombre descubre a su familia y al mundo afectivo de ella, colaborando en los quehaceres domésticos y haciéndose cargo de sus hijos. Por otro lado, la mujer descubre el mundo fuera de las puertas del hogar y la familia, lo que encuentro sumamente bueno, ya que las mujeres pueden aprender exactamente las mismas ocupaciones y formas de expresión que los hombres, como lo explica Margaret Mead, en su libro “Sexo y temperamento”, o Leonard Shlain en “El alfabeto contra la Diosa”, cuando menciona que la creación del hombre y la mujer es igual para ambos; a partir del polvo a su propia imagen y semejanza.

Los hijos han permitido en parte, que sus padres descubran este lado de la familia. Actualmente existe también la posibilidad de que los padres puedan adquirir un post-natal, muy corto, pero ha sido pensado para que el padre comparta un tiempo con el bebé y ayude a la madre en los primeros días después del nacimiento.

Para finalizar quisiera decir que se puede ver poco a poco cómo se ha ido logrando un equilibrio entre los roles al interior de pareja. Pienso que a futuro se llegará a un equilibrio más perfecto aún, pero somos las personas las que debemos luchar para conseguirlo. Propongo que las futuras parejas dejen de lado las diferencias de los géneros al momento de educar a sus hijos, para que ellos también continúen enseñando a sus progenitores. Que no se dejen envolver por las masas, que son en el fondo las causantes de los encasillamientos de las personas, en función de su sexo. Desde hace miles de años se empezó a ver una limitación de roles de los sexos. Las mujeres han tenido que luchar por conseguir un cambio, hasta que lo consiguieron y hoy tienen en parte los mismos derechos que los hombres. Aun así, muchas personas continúan concediéndole mucha importancia a la diferencia de los géneros en cuanto al desarrollo de un individuo. Por mi parte, espero que esto acabe pronto, ya que cada persona debería ser valorada por lo que es y no por una imagen que se concedió hace mucho tiempo.

Viéndolo de otro modo, pienso que no se puede comprender el presente sin antes haber estudiado nuestros principios, de lo contrario no podríamos entender por qué las cosas son como son ni tampoco sabríamos cómo defender nuestras opiniones sin tener una base o ejemplo de cómo surgieron.

Personalmente, pienso que la reconstrucción de los géneros me ha permitido tener una concepción más clara de la realidad y entender a qué se deben estas diferencias. Pretendo en mi vida futura luchar por mis derechos y dejar atrás las concepciones que se tienen de la imagen tradicional de los géneros, ya que la diferencia la hacen las personas y no su sexo.
Paula González Knop
IVº C 2007
Octubre de 2007

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